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El área a sembrar con trigo se reduciría en 100.00 hectáreas por la falta de humedad.

Quedan apenas pocos días para que termine la cosecha de soja en la Argentina y los últimos lotes trajeron buenas noticias. Es que a partir de mayores rendimientos se elevó la estimación de cosecha hasta las 43, 3 millones de toneladas, desde los 42 millones planteados inicialmente. Hasta el momento ya se levantó más del 94% del área sembrada y se recolectaron más de 41 millones de toneladas y los lotes que todavía están en pie en el centro y norte de área agrícola podrían incrementar las estimaciones, según indicó en su último informe la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Mientras tanto, por el lado del trigo la historia parece ser totalmente distinta. La siembra inició hace muy pocos días pero las primeras proyecciones ya adelantan que se sembrarían unas 100.000 hectáreas menos en debido a falta de humedad en el noroeste del área agrícola y por eso la proyección, hasta el momento, caería a 6,5 millones de hectáreas, de las cuales se sembró el 13,9%.

Lo cierto es que a la campaña de trigo todavía le falta mucho camino por recorrer, es por ello que es anticipado mencionar algún tipo de recorte en las estimaciones a cosecha que todavía se mantienen en alrededor de 19 millones de toneladas. En lo que respecta al ingreso de divisas, los cereales de invierno –trigo y cebada- aportarían este año a la economía alrededor de u$s6.500 millones en exportaciones, que serán claves porque llegarán justo a fin de año y servirían como puente hacia el 2023. Por eso la economía no solo mira a la soja, sino también al trigo que el año pasado por sí solo aportó alrededor de u$s4.5000 millones.

Para el desarrollo de la siembra de trigo es indispensable que llueva en las próximas semanas, de no suceder, podría reducirse aún más la intensión de siembra por parte de los productores, o atrasarse los planteos productivos. Por ahora, en el horizonte no se avizoran pronósticos muy alentadores para el cereal que necesita de mayor humedad para ser implantado y luego escapar de posibles heladas que perjudiquen su desarrollo. En definitiva, el campo es una fábrica a cielo abierto y por eso el clima es determinante para establecer las proyecciones de cosecha.

Mientras tanto, la cosecha de lotes de maíz con destino grano comercial no logra tomar impulso en el centro y sur del área agrícola nacional. La recolección se concentra sobre lotes con adecuados niveles de humedad en los granos. Luego de relevar un avance intersemanal en las labores de solo 1,9 puntos porcentuales, se ha recolectado el 32% del área apta en todo el país, la proyección de cosecha de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se mantiene en 49 millones de toneladas.

Finalmente, en lo que respecta a los precios internacionales, la soja retomó en la jornada del jueves su camino alcista luego de ganar más de u$s15 en la rueda para cerrar a u$s653,39. De esta manera la oleaginosa se mantiene en valores altos históricos y asegura un ingreso de divisas, solo por parte de su complejo exportador de más de u$s20.000 millones.

En lo que respecta al trigo, luego de dos ruedas negativas, el cereal también retomó el camino alcista tras ganar u$s6,25 para el contrato julio que culminó en u$s388.84.

Finalmente, el maíz terminó la rueda con saldo dispar a u$s287,49. Con estos precios, los principales complejos agroexportadores de la Argentina aportarían en total más de u$s41.000 millones en este 20212, solo hasta mayo el campo liquidó en el mercado de cambios local el récord de más de u$s15.000 millones.

 

Fuente: Ambito