Fabricado entre 1983 y 1990, el Volkswagen Gacel fue un modelo 100% argentino, que nació para enfrentar a grandes rivales. Aciertos y desaciertos
Un paso rápido por el mercado pero que sirvió para enfrentar a rivales poderosos de diferentes segmentos, desde un Renault 18 GTL hasta un Fiat Súper Europa. Ese fue el rol del Volkswagen Gacel, un auto que desde una mirada ambiciosa y por las dimensiones de un mediano, también se lo posicionó para competir un escalón más arriba, con el Ford Taunus y hasta al Peugeot 505, ambos de otra categoría.
El lanzamiento del Gacel fue el 21 de septiembre 1983. Volkswagen lo presentó tras una gran inversión que permitió su fabricación íntegramente nacional, producido en la planta de San Justo, provincia de Buenos Aires. Aunque ya se vendía en Brasil, en el país vecino se llamaba Voyage y tenía solo dos puertas, por eso se presentó como una propuesta nueva.
El Gacel era un sedán de 4 puertas con capacidad para 5 pasajeros, una evolución del Volkswagen 1500 que entonces empezaba a perder terreno porque sus prestaciones no eran las mejores, y aparecían productos más innovadores para la época. Eso le faltaba a Volkswagen.
Para eso llegó este auto nacional que tuvo tres versiones: dos Gacel GL 1.6 y una GS 1.8, equipados con los motores Volkswagen-Audi AP 1600/1800. La versión GL era la base y la GS era la Full, que, introducida en 1985, incorporaba muchas novedades como aire acondicionado, un tablero renovado, mejores butacas, paneles de las puertas de tela, llantas de aleación, antena eléctrica, espejos regulables desde el interior, y caja de 5 marchas, entre otras características.
El auto Volkswagen Gacel: sus parecidos y antecesores
El Volkswagen Gacel empezó a venderse y rápidamente quedaron expuestas sus principales virtudes. Además de los cambios de equipamiento, tenía muy buen comportamiento en ruta, excelentes frenos y mucha solidez en su tren delantero.
El mismo logró posicionarse hasta que, en 1988, la historia del auto tendría su primer cambio ya que Volkswagen se unió a Ford, dando origen a Autolatina. Las cosas siguieron sobre rieles, y hubo una novedad importante que fue la versión GS, aunque después comenzaría su caída.
Dos años más tardes, empezaba a sellarse su destino final. El Gacel tuvo un restyling importante en 1990 y su nombre fue dejado de lado, para bautizarse como Senda. Si bien ambos vehículos eran idénticos en carrocerías y mecánica, este último tenía equipamiento base en su interior y solo algunos cambios, como un pequeño rediseño en el frente. Aunque querían mostrar su aire renovado, nunca terminó de convencer.
Al mismo tiempo, en Brasil empezaba a sonar con fuerza el éxito del Gol, un auto diferentes pero que finalmente sería el gran ganador de la marca y el mercado.
Los últimos años de este auto
En 1991 salió al mercado la versión 3 puertas del Gacel, que fue comercializada en Argentina como Volkswagen Gol, aunque en Brasil, país del cual se lo importaba, este vehículo ya existía. El éxito de ventas determinó que este auto se fabricara también en nuestro país a partir de 1993.
El éxito del Gol fue tal que el mercado argentino dejó de interesarse por el Senda, a punto tal que se introdujo un nuevo diseño del primero, en 1995, pero no de su hermano mayor, cuya producción fue discontinuada en 1996, con un total de 167.314 unidades vendidas.
Sin embargo, el paso del Gacel no fue en vano. Fue motivo de muchos cambios en Volkswagen, quien desplegó una nueva planta de pintura para su fabricación que fue un recurso muy evolucionado para el país.
También fue ejemplo de la “Ingeniería Experimental” de la marca, que a partir de este modelo pasó a depender directamente de la casa matriz en Alemania. Eso significó, por ejemplo, que los comunes test del sector, sobre la base de 100.000 kilómetros, fueran ampliados a 300.000 para tener referencias más valederas. Ese fue el cambio de mentalidad que obligó la preparación y presencia del Gacel en el mercado.
Así, con aciertos y desaciertos, el Gacel y el Senda, junto con el Gol, demostraron a lo largo de su historia ser autos de una enorme confiabilidad.
Fuente: Iprofesional