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La resolución facilitará la llegada de materias primas a ese país, destinadas a la alimentación animal tras la suspensión de las importaciones de Ucrania.

España relajará temporalmente las normas para importar maíz desde Argentina y Brasil, dijo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español, después de que la invasión de Rusia a Ucrania afectara el suministro.

España, como importante comprador de maíz para alimentación animal, ha estado presionando a la Unión Europea para que elimine los controles de importación.

La resolución facilitará la llegada de materias primas a ese país, destinadas a la alimentación animal tras la suspensión de las importaciones de Ucrania

La medida flexibiliza temporalmente los requisitos específicos para la importación de maíz de Argentina y Brasil.

Ante la incertidumbre existente por el suministro de maíz provocado por esta situación, la Comisión Europea convocó a los Estados miembros a una reunión el pasado viernes 11 de marzo para analizar las medidas a adoptar con el objeto flexibilizar determinados requisitos fitosanitarios aplicables a las importaciones procedentes de terceros países, en el marco en la normativa comunitaria de aplicación y en base al análisis de riesgos realizado por cada estado miembro.

En base a la información suministrada por la Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos (AECEC) y, tras realizar el correspondiente análisis de riesgos en relación a 10 productos fitosanitarios, se ha llegado a la conclusión de que 6 de ellos no presentan ningún problema a la luz de la legislación actual. Para los 4 restantes, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español ha acordado establecer un límite superior de acuerdo con el citado análisis de riegos, en aplicación del artículo 18 del Reglamento 396/2005, relativo a los límites máximos de residuos de plaguicidas en alimentos y piensos de origen vegetal y animal.

En base a todo ello, el MAPA ha publicado la Resolución, que se aplicará temporalmente para el maíz originario de Brasil y Argentina y para determinados residuos de plaguicidas. Esta medida resuelve los problemas técnicos planteados por el sector importador y ofrece al mismo tiempo certidumbre y flexibilidad, sin poner en riesgo la seguridad alimentaria.

De esta forma, el sector importador puede comprar maíz para la alimentación animal en los principales países productores del mundo y, con ello, garantizar el enlace en el suministro del sector ganadero en España.

Fuente: Ambito