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Los altos precios internacionales del cereal entusiasman a toda la cadena triguera; sin embargo, las dificultades en el abastecimiento de fertilizantes podrían condicionar la intención de los productores.

Los mercados de referencia para los granos, en particular trigo y maíz, siguen reflejando el impacto de la guerra, que se constituye como el principal factor alcista en las cotizaciones de los commodities. La contienda mantiene paralizado el tráfico de buques cargueros en la zona del Mar de Azov y del Mar Negro, donde se ubican los puertos exportadores más importantes. Desde allí parten las cargas de trigo a diversos destinos, por lo tanto, el alto nivel de incertidumbre llevó los precios a valores exorbitantes.

En el plano local el Matba Rofex reflejó las subas externas y cerró la jornada del miércoles con cotizaciones muy altas, con un trigo posición julio a u$s307 por tonelada y en el disponible a u$s309.

El trigo está por las nubes, por eso el sector molinero se mostró preocupado ante la necesidad de compra del cereal en un contexto en el que hay muy poca oferta. Es una mercancía muy codiciada por estos días y nadie que tenga el grano quiere venderlo porque mientras continúe la guerra, la cotización podría aumentar más. En pocas palabras, hoy nadie quiere vender.

Por este motivo, la Federación de la Industria Molinera se reunió con los exportadores de cereales para poner en marcha un mecanismo de abastecimiento para la industria, que necesita moler trigo y generar harina todos los días para abastecer al mercado interno. El encuentro se realizó en la sede del Ministerio de Agricultura, que al mismo tiempo busca evitar una mayor intervención en los mercados si esto se traslada a un aumento de precios en harinas y fideos en la góndola.

A priori, los exportadores enviarían unas 200.000 toneladas de trigo a los molinos, ya que aún no terminaron de completar los barcos y muchos de ellos “están comprados” por encima de sus ventas al exterior. Esto serviría para transitar las próximas dos semanas y evitaría un faltante de materia prima en la molienda. Sin embargo, el problema para la producción de trigo podría llegar para la próxima campaña, que se inicia en mayo.

Miguel Cané, presidente de Argentrigo, se refirió a los altos valores del cereal y aseguró en diálogo con Ámbito que “puede verse como algo positivo porque los precios son muy buenos, pero las subas abruptas conllevan a bajas abruptas, con lo cual, con la campaña de trigo en puerta, nos preocupa mucho lo que pueda ocurrir con los insumos”.

Rusia es el principal exportador de nitrógeno en el mundo y el tercer exportador de fósforo, ambos componentes básicos para la elaboración de fertilizantes. Tras el inicio del conflicto, el valor de los insumos agrícolas aumentó fuertemente y muchos proveedores dejaron de vender, por lo tanto ya se prevé que será complejo el abastecimiento de cara a la próxima campaña. Tan importante es el tema para nuestra región que, en Brasil, Jair Bolsonaro evitó pronunciarse acerca del conflicto por la enorme necesidad que tienen los cariocas de esos insumos.

El mayor interrogante será determinar cuál será el precio de venta de fertilizantes que son indispensables para la siembra de todos los cultivos de invierno. Para tener una referencia de precios, un informe reciente elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario detalló que “la urea a nivel internacional llegó a valer más de u$s900 la tonelada en diciembre de 2021, con precios apenas por encima de los u$s300 en mayo del mismo año” y “el fosfato monoamónico pasó de costar u$s550 en mayo a casi u$s850 en febrero de este año”.

Según Cané, “sin fertilizantes, caerán fuerte los rindes del trigo e incluso podría haber zonas en las que el productor podría optar por no sembrar, como por ejemplo en el norte del país, el oeste bonaerense o el sur de Córdoba”

El conflicto bélico en Europa del Este le cambió la cara a la campaña de trigo. Si bien aún falta mucho para el inicio de la siembra, muchos productores deberán tomar decisiones en un contexto de absoluta incertidumbre, no sólo por la situación internacional, sino porque en el plano local es altamente probable que también deban lidiar con la puesta en marcha de un fideicomiso que actuará sobre las exportaciones para compensar los precios de los subproductos en el mercado interno. En un escenario de enorme volatilidad será difícil determinar el impacto del descuento que se aplicará sobre la materia prima, que según advierten desde el sector productivo, actuará como una variante de los derechos de exportación.

 

Fuente: Ambito