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Se redujo la proyección para esta cosecha, pero la soja a casi u$s600 compensará buena parte de la merma. Algunos economistas esperan que el balance de bienes se sostenga en la zona de u$s14.000 millones; otros lo ven algo más abajo.

El precio internacional de las commodities, específicamente de la soja, se disparó en lo que va del año y ya roza los u$s600 la tonelada. En principio este aumento en la cotización podría compensar buena parte del impacto que tendrá la sequía en el volumen de la cosecha y, por ende, en el ingreso de divisas en 2022.

Con esas y otras variables sobre la mesa, analistas consultados Ámbito señalaron que esperan un saldo comercial no se resienta significativamente con respecto al de 2021, cuando alcanzó los u$s14.750 millones. Algunos de ellos esperan un balance algo inferior, aunque cercano a esa cifra, lo que implicaría una buena noticia para un Gobierno ávido de divisas para sostener la recuperación y cumplir con la meta de acumulación de u$s5.000 millones de reservas acordad con el Fondo Monetario Internacional.

Martín Kalos, director de la consultora EPyCA, sostuvo que, a pesar de que la sequía reducirá la cantidad exportable de commodities, “la suba de los precios internacionales va a compensar la caída la producción por lo que, vamos a estar parejos en comparación al año pasado en término de ingresos por exportaciones”. Pero advirtió que el aumento de los precios “llevará a tener un mayor gasto en la importación de energía; esto no sólo afectará a los subsidios energéticos, sino que también a la balanza comercial”. Y agregó: “Lo más probable es que el eje del superávit comercial se sostenga en los mismos niveles del año pasado. Va a rondar los u$s14.000 millones”.

Coincidió en el análisis Martín Carro, integrante del observatorio de políticas públicas de la UNDAV: “El ingreso por exportaciones va a ser similar al del año pasado ya que la suba del precio de la soja contrarrestará el impacto de la sequía. En relación a las importaciones, hay que tener en cuenta que el crecimiento estimado para este año es entre 3% y 4%, por lo que las importaciones no deberían crecer demasiado en términos generales”. Y añadió que las nuevas restricciones serán transitorias.

“A pesar de que considero que el saldo comercial va a ser similar al del año pasado, quizá sea un poco menor por el propio crecimiento del país. Por otro lado, el saldo de la cuenta corriente, sobre todo teniendo en cuenta los servicios, va a ser menor al del año pasado ya que Argentina es deficitaria en el comercio de servicios y durante el 2021 acumuló un saldo negativo de alrededor de u$s3.000 millones. Si bien hay una mayor apertura, el turismo receptivo no se ve reflejado en dólares en el Banco Central por las dificultades cambiarias”.

Sequía y exportaciones

Algunas consultoras sí esperan un impacto mayor de la sequía en las exportaciones. Eco Go estima ventas agroindustriales por u$s33.000 millones, casi 13% menos que en 2021. Lucio Garay Méndez, economista de la firma de Marina Dal Poggetto, remarcó que dos meses atrás, sin en el efecto precios ni el efecto cantidades, las exportaciones agroindustriales se encaminaban a u$s34.000 millones, 8% menos que el año pasado.

“Hasta el día de hoy el efecto sequía nos reduce la cantidad en 17% (equivalente a unos 18 millones de toneladas menos, siempre comparando contra 2021). Sin embargo, en lo que va del año el precio de la soja subió casi u$s100. Hace dos meses proyectábamos una caída en los precios del 16% interanual y ahora solo del 3%. En el balance, ambos efectos contrapuestos cambian nuestras proyecciones, pero sobre todo la caída en las cantidades por la sequía es la que termina prevaleciendo. Hoy nuestra estimación de exportaciones agroindustriales es de u$s33.000 millones, casi 13% menos que en 2021”, detalló.

La Bolsa de Comercio de Rosario encendió algunas luces amarillas. Estimó que en la campaña 2021/2022 la cosecha de soja alcanzaría los 40,5 millones de toneladas, 10% menos que la cosecha previa. “Si bien dicho volumen implicó una mejora de 500.000 toneladas frente a la proyección de enero, lo que suceda en las próximas semanas será determinante en tanto el cultivo atraviesa su fase crítica. Sin embargo, los pronósticos indican al menos dos semanas de sequías para buena parte de la región centro, generando incertidumbre sobre los resultados productivos que se obtendrán en este ciclo”.

 

 

Fuente: Ambito