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Según el fabricante de automóviles, el limitado acceso al suministro, el aumento de las materias primas y la propagación del Covid-19 no fueron trabas en su crecimiento.

Toyota anunció el miércoles un beneficio neto de u$s6.800 millones entre octubre y diciembre, mejorando las expectativas a pesar de la falta mundial de chips y otros componentes que lastraron la producción.

El gigante del automóvil japonés, que se mantuvo como el principal vendedor de vehículos en 2021, registró un beneficio de 791.700 millones de yenes (u$s6.800 millones) en el trimestre, superando la predicción de 619.200 millones de los expertos de Bloomberg.

Aun así, Toyota mantiene su previsión de crecimiento para el conjunto del año fiscal, que en Japón termina en marzo, pero redujo ligeramente su objetivo de ventas.

En los nueve primeros meses del año fiscal, la firma obtuvo unos beneficios de 2,3 billones de yenes (u$s20.000 millones), mejorando en un 57,8% los resultados del mismo periodo de 2020.

En el mismo tiempo, las ventas crecieron un 19,2% hasta un valor de 23,26 billones de yenes (u$s201.000 millones).

“Pese a factores negativos como las tensiones en el suministro por la escasez de semiconductores y la expansión del Covid-19, así como el aumento de costes de las materias primeras, hemos conseguido mayores ventas y beneficios” en los primeros nueve meses del año fiscal”, dijo Toyota en un comunicado.

La firma cita la pandemia y la escasez de chips como razones para reducir ligeramente su previsión de producción de 9 a 8,5 millones de unidades. En noviembre ya la había bajado de 9,3 millones.

Aun así, mantienen la estimación de su beneficio anual en 2,49 billones de yenes (u$s21.600 millones) por la devaluación del yen.

Toyota se mantuvo en 2021 como líder del mercado automovilístico, con 10,5 millones de vehículos vendidos (+10% interanual), y amplió su margen sobre el alemán Volkswagen, con 8,9 millones de vehículos (-4,5%).

 

Fuente: Ambito