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Sigue la tendencia alcista en los mercados internacionales. Suben los combustibles y encarecen costos. Se mantiene la bajante del Paraná y favorece a puertos del sur. Alarma por incendios rurales.

… que, con lógicas subas y bajas, los mercados internacionales retomaron su tendencia alcista de la mano de la recuperación de compras internacionales; del conflicto entre Rusia y Ucrania (uno de los grandes proveedores mundiales de granos), y de los problemas climáticos que afectan en regiones clave, como es el Mercosur, básicamente Brasil y Argentina, en plena campaña de granos gruesos como el maíz y la soja. Este hecho, sumado a los bajos stocks mundiales, volvieron a tensar las cotizaciones agrícolas colocando a la soja otra vez por arriba de los u$s550/t, al trigo alrededor de u$s280/t, y al maíz cerca de los u$s250/t.

Pero no son los únicos productos, de hecho, la carne vacuna se sigue consolidando por encima de los u$s5.000/t, con la Cuota Hilton en u$s14.000/t, tras un salto alcista de u$s2.000, y China, que compras cortes de menor calidad, con promedios por arriba de 6.000/t. Por su parte, los lácteos, también vienen en un rally ascendente con la leche en polvo entera arriba de los u$s4.300/t, y la manteca en un récord de u$s6.300/t, aunque lo más llamativo viene de la mano del suero que alcanza un insólito nivel de u$s4.000/t de la mano de las nuevas dietas light, y otras derivaciones de los nuevos nichos de consumo.

En este contexto, el conflicto en el Mar Negro entre Rusia (uno de los grandes proveedores de trigo que ya había “recortado” sus ventas) y Ucrania, el principal productor agrícola del este europeo, tensaron los mercados tanto de trigo como de girasol, tal vez la vedette de esta temporada. La nota adicional vino con los problemas de producción del aceite de palma, lo que terminó de consolidar la plaza mundial de aceites.

… que el contexto internacional favorable no termina de ser aprovechado por el mercado local que, además de los problemas climáticos (graves, para varias regiones), enfrenta la inestabilidad financiera y de los mercados, no todos con la suficiente libertad de acción como parea reflejar plenamente las subas internacionales. “Liberar exportaciones es mucho más importante que cualquier otra cosa.

Hay que favorecer la competencia, entre empresas, con exportadores, y entre frigoríficos; y también eliminar cualquier restricción en el comercio de trigo y maíz”, reconoció un importante productor y dirigente, mientras luchaba con los incendios espontáneos que se están produciendo en las regiones que siguen con sequía.

Los casos más alarmantes son Formosa, Misiones, Corrientes, Chaco, norte de Santa Fe, y de Córdoba, entre otros, desde donde se reclama presencia oficial para poder controlar el fuego, con aviones hidrantes y otros tipos de ayuda que aún no aparece. En ese contexto, tanto la suba de los combustibles (el campo es uno de los principales consumidores de gas oil), como la reducción en el corte de las naftas con biocombustibles, justo cuando la suba internacional de los combustibles fósiles hace prever mayores gastos por importación a la Argentina, cayeron mal en el campo. Y no sólo fue eso, ya que el siempre controvertido fideicomiso aceitero, que fue nuevamente prorrogado, completó el panorama.

…que, para compensar, la puesta en marcha del Plan GanAr, que prevé créditos por $100.000 millones para ganadería de carne, tambos e industria de la carne, fue considerado como una medida en la dirección correcta, aunque no son muchos los productores en condiciones de tomar estos créditos oficiales. De hecho, los más necesitados como son los que están en zonas de Emergencia Agropecuaria, no serían sujetos de crédito, excepto se dicte alguna norma en contrario.

Según hizo saber Agricultura, la línea, disponible de este ´último martes, “cuenta con una bonificación de 7 puntos a través del FONDEP (Fondo Nacional de Desarrollo Productivo), sobre las tasas vigentes del Banco Nación, Banco de la Provincia de Buenos Aires y aquellas entidades bancarias provinciales que adhieran a la iniciativa”. “Las inversiones elegibles son: 1) Sanidad y biotecnologías reproductivas; 2) Instalaciones para el manejo de hacienda y bienestar animal; 3) Infraestructura; 4) Implantación de pasturas, verdeos, forrajes conservados y alimentación estratégica; 5) Incorporación de genética en pie con fines reproductivos; 6) Las que realicen cooperativas agropecuarias y sus asociaciones y para generar apoyo a sus asociados; 7) Incorporación de tecnología ganadera y conectividad; 8) Adecuaciones en frigoríficos de tránsito federal, provincial y municipal para la incorporación del troceo”, señaló la cartera agropecuaria. Esto, sumado a la prima de u$s27 por tonelada que se está pagando por el maíz Rosario puesto en Bahía Blanca (debido a la necesidad de completar cargas en los puertos del sur por la extrema y sostenida bajante del Paraná que impide completar up river), según informó la Bolsa de Bahía Blanca, fueron noticias favorables, aunque nada compensa la inestabilidad climática que, según los pronósticos más certeros, seguirá con lluvias por debajo de la media durante febrero y marzo, mientras que las temperaturas superarán a los promedios en el mismo lapso. Debido a esto, se teme por la recuperación de algunos de los lotes afectados por sequía u olas de calor, que pueden determinar nuevos recortes en los volúmenes previstos para esta campaña 21/22. Y justamente esto podría estar influyendo en las liquidaciones del sector exportador (que generalmente son adelantadas), que en enero totalizó los u$s2.441.646.546, según datos de Ciara-CEC, afectado también por la bajante del Paraná, y la reticencia de la oferta por el clima y la inestabilidad financiera.

 

Fuente: Ambito