z.system

Si bien la soja y el trigo se convirtió en las “joyas” del sector en el 2021, nuevos factores amenazan con recortar los rindes. Porqué el mercado se mantiene atento a los conflictos geopolíticos y porqué la Argentina podría ser la gran beneficiada.

Las commodities agrícolas tuvieron un comienzo de semana dispar. El conflicto que puede escalar a su fase bélica entre Ucrania y Rusia tiene consecuencias en las materias primas. Si al conflicto geopolítico se le suma la volatilidad en los precios, se torna complicada la lucha contra la inflación y podría frenar el crecimiento en las principales potencias. Dos factores, podrían beneficiar a la Argentina.

Las principales commodities que se negocian en Chicago tuvieron diferentes reacciones: en el Trigo, hubo un fuerte rebote que contagió al maíz. En el trigo con descarga inmediata la oferta se mantuvo por décima jornada seguida en $24.000 la tonelada, mientras que el contrato de marzo del cereal cerró en US$240. . La soja en cambio cerró ayer con retroceso de u$s10 en el comienzo de la semana en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Como viene sucediendo en las últimas ruedas de operaciones, el mercado está atento al desenvolvimiento del clima en Sudamérica y por otro lado a la escalada en las tensiones entre Rusia y Ucrania.

¿Porqué es importante para la Argentina? Según datos del informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el año pasado se sumaron exportaciones por más de u$s32.000 millones. La soja y sus derivados aportaron u$s23.000, un 30% del total del comercio exterior nacional. Mientras que el maíz se convirtió en el segundo producto más exportado con envíos aproximados de u$s9.000 por buena cosecha y récord en precios internacionales. Qué sucederá en el 2022.

Cuatro de cada u$s10 que ingresaron en 2021 al país en total –casi u$s78.000 millones–, fueron gracias a estos dos granos y sus derivados. Las exportaciones de los principales productos relacionados con la soja y sus subproductos totalizaron 23.032 millones de dólares, con una suba de 60,2% en términos interanuales (8.657 millones de dólares), producto de un aumento en las cantidades exportadas de 14,9% y un incremento en los precios de exportación del 39,3%, según datos oficiales.

En tanto, el maíz también sobresalió con envíos por poco más de u$s9.000 millones, u$s3.000 millones o un 50% más que en 2020. Fue el segundo producto más exportado, por detrás de la harina de soja y por encima del aceite de la oleaginosa.

Por el impacto en el ingreso de divisas, los productores se mantienen a la expectativa. A este panorama también, se le sumó las caídas generalizadas en las principales bolsas del mundo ante perspectivas de un endurecimiento de la política monetaria por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed).

La tendencia bajista de la oleaginosa encontró fundamento en las “ventas desde el sector de los fondos de inversión, en una mala jornada para los principales indicadores bursátiles globales y para el petróleo, provocada por la incertidumbre que generan tanto el conflicto en las fronteras de Rusia y Ucrania, como los próximos pasos de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed)”, indicó Granar.

Pero un punto positivo a destacar es que Ucrania y Rusia al igual que los Estados Unidos y la Unión Europea, son dos de los principales exportadores mundiales que satisfacen a importadores como Egipto, Indonesia y Turquía. Ucrania posee el 17% de las exportaciones mundiales mientras que Rusia representa el 24%, dos puntos por debajo de EEUU. El trigo, es el cereal que se vería más afectado en el abastecimiento de las economías del mundo. En este sentido, Argentina se podría convertir en un gran abastecedor de la demanda y así asegurarse un buen ingreso de divisas.

El clima también puede traer noticias positivas para la Argentina. “Las lluvias del fin de semana fueron positivas en amplias zonas productoras de la Argentina donde, además, aún rige la probabilidad de precipitaciones hasta el miércoles. Esto contribuye a detener las pérdidas y a mejora las perspectivas de los cultivos que se encuentran definiendo su potencial de rinde”, agregaron.

Además, desde el punto de vista climático “las subas fueron menos significativas para las posiciones de mediano y de largo plazo, en buena medida por las mejores condiciones para los cultivos de la Argentina tras las lluvias de los últimos días”, comentó Granar en su informe.

 

Fuente: Ambito