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La falta de autos con una demanda incentivada por la brecha cambiaria permitió a las automotrices recuperar márgenes a niveles históricos.

Termina un año con muchos problemas e incertidumbre para el sector automotor, pero con una certeza: 2021 posibilitó niveles de rentabilidad récord para fabricantes y concesionarias.

La escasez de 0 km, por las trabas a las importaciones, mantienen una demanda insatisfecha que permitió una fuerte suba de los precios oficiales, más los sobreprecios que se piden para entregar una unidad.

Si bien no hay datos públicos sobre los márgenes, las ganancias de este año superan a las de otros momentos de desabastecimiento del mercado, como el período 2014 y 2015. Hay que remontarse mucho más atrás -tal vez antes de la crisis del 2002- para encontrar retornos similares a los que se obtienen hoy.

Desde una automotriz, reconocieron a Ámbito que la rentabilidad por cada unidad vendida en la Argentina es superior a la que se logra en cualquier país de la región. “Sin duda, estamos con márgenes históricos, por arriba de otros mercados de Sudamérica” explicó un directivo. Obviamente, este no es un tema que mencionen públicamente ya que temen que el Gobierno busque la forma de llevarse parte de ese beneficio.

Desde otra terminal confirmaron la información y dieron más precisiones: “hoy se gana más dinero vendiendo en el mercado interno que con la exportación.”

Aunque los porcentajes son dispares, según cada marca, se está trabajando con márgenes brutos de 20% o más y rentabilidad neta de 6% o 7% en promedio. En tiempos menos favorables, esos porcentajes eran de la mitad.

Está claro que esta rentabilidad es medida en pesos. En otros años, como en 2017, la ganancia era en dólares ya que no había restricciones cambiarias ni brecha.

De todas maneras, las empresas del sector están fortaleciendo las ventas al exterior, ante la fuerte presión del Gobierno, porque es la única forma de obtener dólares que les permita importar. En ese sentido, todas las automotrices ya presentaron a las autoridades los planes de producción, exportación y ventas internas para 2022, el primer paso para organizar el año próximo y tener una idea de los dólares que van a recibir.

Pero volviendo al tema de las ganancias, esto se debió a que los 0 km aumentaron los valores oficiales un 80% en promedio, a lo que se suman los sobreprecios. Esto último beneficia a las concesionarias, más que a las fábricas, ya que las terminales no pueden manejar esos recargos en la venta a la red.

Aparte del faltante de 0 km, el otro elemento que recalienta la demanda es la brecha cambiaria. Este desequilibrio entre una cotización y la otra funciona como un subsidio a quienes tiene dólares ahorrados.

Por este motivo, en la mayoría de los modelos hay demoras de más de tres meses hasta siete para disponer de una unidad. Hay que aclarar que la rentabilidad no está relacionada a la facturación. En otros años, como el 2013 o el 2017, se llegaron a vender más de 900.000 unidades, pero la ganancia por cada vehículos era mucho menor.

Operaciones

Este año cerrará con un volumen de operaciones de unas 380.000 unidades. La diferencia es que cada 0 km vendido tiene un margen mucho mayor que el de años atrás.

Esta situación se mantendrá en 2022, según estiman en las empresas por la falta de dólares. Desde la asociación que agrupa a las automotrices (ADEFA) esperan vender el año próximo unas 400.000 unidades, apenas por arriba del 2021. Este objetivo se logrará si hay disponibilidad de divisas. “Si nos dan los dólares, llegamos a 400.000 unidades o un poco más, pero eso no depende de nosotros” explicaron desde otra empresa.

El mejor ejemplo es lo que sucedió en 2021. Al inicio del año, el Gobierno había prometido dólares para un mercado de 420.000. Sin embargo, por las trabas a las importaciones y las demoras en la liberación de SIMI, apenas rondará las 380.000.

En una automotriz reconocieron que si hubiera disponibilidad de vehículos, se podrían haber vendido entre 50.000 y 70.000 unidades más.

Eso no sucedió ya que las autoridades tuvieron dos motivos: por un lado, la falta de dólares no permite ese crecimiento; por el otro, hay una intención de “argentinizar” el mercado. De esta manera, en dos años, se pasó de un 30% de vehículos nacionales patentados a más de 50%. Eso también le pone una limitante al crecimiento ya que quienes buscan determinado modelo importado no se conforman con uno nacional de otro segmento y categoría.

Hay marcas importadas que están muy complicadas por la falta de unidades. Una de las más importantes hace cinco meses que no logra que le liberen vehículos que están en el puerto. “Sólo aprobaron dos unidades, pero para discapacitados”, confió una fuente del sector.

El objetivo del Gobierno está puesto en incrementar la producción. Según los informes que las terminales le entregaron a las autoridades, para 2022 esperan llegar a las 550.000 unidades fabricadas en el país contra las poco más de 400.000 que terminará este año.

Fuente: Ambito