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La empresa alemana deberá pagar 79 millones de dólares.

Volkswagen perdió otra batalla legal y deberá pagar una multa en Australia equivalente a 79 millones de dólares por haber comercializado 57.000 autos en los que mentía sobre las emisiones contaminantes de los mismos. Se trata de otro capítulo del “dieselgate”, el escándalo que explotó en 2015 por falsear datos de contaminación.

La multa fue establecida en 125 millones de dólares australianos y es por vehículos diésel que vendió entre 2011 y 2015. Inicialmente la multa era por 75 millones de dólares, pero luego decidió aumentarla.

El Tribunal Superior australiano no accedió a otorgarle una licencia especial a VW. Así, la pena se convirtió en la más alta nunca dada en ese país por violar la Ley Australiana de Consumo.

Después del escándalo VW aceleró su electrificación. En la imagen el ID.3. REUTERS/Matthias Rietschel/File Photo
Después del escándalo VW aceleró su electrificación. En la imagen el ID.3. REUTERS/Matthias Rietschel/File PhotoPor: REUTERS

Al igual que en Estados Unidos y otros mercados, el fabricante le ocultó a las autoridades haber manipulado el software de los vehículos para que en las pruebas de laboratorio arrojaran cifras de menores emisiones de NOx de las reales.

Desde la Corte Federal determinaron que la marca debería haber revelado la información al solicitar la aprobación para la comercialización de dichos 57.000 vehículos.

Por otro lado, en julio pasado la Unión Europea encontró culpables de cartelización a Volkswagen (junto a sus marcas Audi y Porsche) y BMW, e impuso multas por 502,3 millones de euros y 372,8 millones, respectivamente. Es porque se aliaron para eliminar la competencia en torno a un tema de contaminación, informó Reuters.

Daimler, la dueña de Mercedes-Benz, también está implicada. Sin embargo, fue eximida de una multa que podría haber alcanzado los 727 millones de euros porque fue la que denunció la existencia del cartel. Las cinco marcas reconocieron la participación en la maniobra.

La condena es por infringir normas antimonopolio de la Unión Europea, ya que los fabricantes entre el 25 de junio de 2009 y el 1 de octubre de 2014 se pusieron de acuerdo en limitar la tecnología aplicada para reducir emisiones contaminantes en vehículos diésel, aun cuando existía la tecnología para poder hacerlo.

El dieselgate explotó en 2015 en EE.UU. REUTERS/Aly Song/File Photo
El dieselgate explotó en 2015 en EE.UU. REUTERS/Aly Song/File PhotoPor: REUTERS

Durante ese período los cinco fabricantes tuvieron reuniones periódicas para debatir sobre el desarrollo del sistema “AdBlue”, que es una tecnología de reducción catalítica selectiva para eliminar las partículas nocivas de óxido de nitrógeno (NOx). Se ponían de acuerdo en hasta dónde avanzar, cuando ya existía la tecnología para ir más allá.

“Los cinco fabricantes de automóviles Daimler, BMW, Volkswagen, Audi y Porsche poseían la tecnología para reducir las emisiones nocivas más allá de lo que exige la ley, según las normas de emisiones de la UE. Pero evitaron competir en el uso de todo el potencial de esta tecnología” explicó la vicepresidenta de Competencia, Margrethe Vestager.

Lo que los fabricantes acordaban era el tamaño y las gamas de depósitos de AdBlue, en base al consumo medio estimado. También se intercambiaron “información sensible” sobre estos sistemas. De esta forma, aseguraron en la UE, restringieron la competenci

 

Fuente: TN