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La compañía de la familia Saudí alcanzó un beneficio neto de u$s30.400 millones, en comparación con los u$s11.800 millones de igual período del 2020. Es la cifra más alta desde que comenzó a cotizar en bolsa en 2019.

El gigante petrolero Saudi Aramco aumentó su beneficio neto en un 158% en el tercer trimestre de 2021, gracias sobre todo a la subida de las cotizaciones del petróleo y a la fuerte demanda

El beneficio neto de Aramco, primer productor de petróleo del mundo, alcanzó los u$s30.400 millones (26.300 millones de euros) en el tercer trimestre, contra u$s11.800 millones de dólares (10.200 millones de euros) en el mismo período del año pasado.

Se trata de la cifra más importante lograda desde su salida en la Bolsa de Riad en diciembre de 2019.

El gigante petrolero anunció asimismo haber repartido u$s18.800 millones (16.300 millones de euros) en dividendos a sus accionistas.

“El aumento del beneficio neto se debe principalmente al alza de los precios del crudo y de los volúmenes vendidos” indicó este domingo Aramco, empresa pública saudí, en un comunicado.

A pesar de los obstáculos que frena la recuperación económica mundial, el presidente ejecutivo de Saudi Aramco, Amin Nasser, citado en la nota, se mostró “optimista” en cuanto a la demanda de energía.

“La economía mundial sigue sufriendo vientos en contra, debido en parte a los cuellos de botella de la cadena de suministro, pero somos optimistas sobre la demanda de energía”, señaló Nasser.

El sábado, el barril de brent del Mar del Norte para suministro en diciembre consiguió un 0,07% para finalizar en 84,38 dólares (72,98 euros), en Londres.

Aramco ya había anunciado un alza de su beneficio neto del 30% en el primer trimestre y del 288% en el segundo. En cambio, comunicó una caída del 44,4% de su beneficio neto en 2020 en plena pandemia.

Neutralidad de carbono

Saudi Aramco también indicó que quería seguir adelante con su “ambicioso” programa para lograr la neutralidad de carbono.

Neutro en carbono significa que un país no emite más gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, de los que puede absorber mediante, por ejemplo, plantaciones de árboles o tecnologías de captura de CO2 directamente en la atmósfera del país.

El gigante saudí, que está bajo examen minucioso por parte de los inversores por sus emisiones, se comprometió el fin de semana pasado a conseguir la neutralidad de carbono hasta 2050, mientras que el reino hizo lo propio, unos días antes del inicio de la COP26 en Glasgow, pero hasta 2060.

Sin embargo, Aramco solo pretende incluir las emisiones relacionadas con sus propias operaciones en el cálculo de su huella de carbono.

Riad también se ha comprometido a invertir más de u$s1.000 millones (864 millones de euros) a favor de iniciativas medioambientales.

Estos anuncios, en cambio, han desconcertado a los expertos, ya que Arabia Saudita no tiene intención de detener sus exportaciones de petróleo.

A mediados de octubre, este gigante saudí afirmó que deseaba incrementar su capacidad de producción diaria de 12 a 13 millones de barriles, antes de 2027.

En la actualidad, el reino saudí continúa siendo uno de los mayores contaminadores del mundo.

La COP 26, que comienza este domingo y termina el 12 de noviembre, se celebra en un momento crucial para determinar los objetivos globales de reducción de emisiones de carbono y combatir el calentamiento global.

Fuente: Ambito