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Para algunos, es una medida necesaria. Para otros, “demagógica y tribunera”.

Hoy a las 16 se realizará la primera reunión en Diputados por el proyecto de ley de Alcohol Cero al volante en todo el país. La iniciativa, que fue presentada en abril, comenzará a ser analizada a fin de debatirla en la cámara baja y podría recibir la media sanción en los próximos meses.

Lo que propone es prohibir a los conductores de todo tipo de vehículos con motor circular con cualquier concentración de alcohol en sangre superior a cero. Hoy, excepto Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro y Santa Cruz, y algunas ciudades como Santa Fe, Rosario y Mar del Plata, el límite permitido en la Argentina es de 0.5 gramos.

En este contexto, TN Autos dialogó con dos especialistas que tienen posiciones distintas frente a este proyecto: Pablo Martínez Carignano, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), y Fabian Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM).

A favor: en el límite de 0.5 hay afectación para conducir

El proyecto de ley de Alcohol Cero fue impulsado por la ANSV y su Comité Consultivo, que está formado por familiares de víctimas de siniestros viales, porque “el alcohol está presente en uno de cada tres conductores hospitalizados”, explica Carignano.

El director de la ANSV asegura que “en el límite de 0.5 hay una afectación clara para conducir y además invita a especular, a instalar la falsa creencia de que una copa no hace nada”. Su mensaje es “el alcohol, abajo del auto”.

Alcohol Cero: qué dicen las voces a favor y en contra del proyecto de ley que ya se trata en el Congreso

La Agencia pretende imitar la medida que ya rige en otros países de la región, como Brasil, Paraguay y Uruguay. En este último, dice Carignano, bajó un 30 por ciento la cantidad de siniestros viales graves desde que se estableció la tolerancia cero.

La eliminación del límite de 0.5 gramos tiene como objetivo eliminar la especulación de muchos conductores sobre cuánto tomar para no quedar en infracción. “Un conductor no puede medir cuánto toma para zafar en un control. Lo que tiene que hacer es directamente no tomar, porque desde el comienzo el alcohol produce alteraciones”, indica.

El proyecto tuvo en cuenta un estudio realizado en la Ciudad de Buenos Aires en 2010, en el que se detectó que el 70 por ciento de los conductores que tuvieron un siniestro vial y fueron analizados tenían entre 0.1 y 0.4 gramos de alcohol en sangre.

El organismo dependiente del Ministerio de Transporte asegura, además, que “la cantidad de conductores testeados que circulan con graduación cero de alcohol en sangre es notablemente mayor en la provincias donde rige esta medida que en aquellas que tienen como límite permitido 0.5″. Este resultado se desprende de un análisis elaborado por el Observatorio Vial de la ANSV tras 50 mil controles de alcoholemia realizados entre diciembre de 2020 y marzo de 2021.

Para Carignano, eliminar el límite de 0.5 es también coherente con la tolerancia cero para conductores profesionales que rige en la Argentina hace más de veinte años. “¿Por qué a un conductor particular le permitimos tomar hasta 0.5 y le decimos que no le va a pasar nada y lo va a poder manejar, y a un profesional no? Es ridículo”, sostuvo.

Sobre los posibles opositores que pueda encontrar el proyecto en el Congreso, Carignano menciona a las provincias productoras de vino. Recuerda que “pasó lo mismo con los cigarrillos: cuando se prohibió fumar en los bares dijeron que sería el fin de la gastronomía, pero hoy no fumar en un bar es lo más natural del mundo”. Y revela que una encuesta telefónica realizada recientemente en San Juan, Mendoza y Buenos Aires arrojó un 82 por ciento de aceptación del Alcohol Cero.

“El vino da placer arriba de la mesa, pero arriba del auto produce muerte. Es todo lo que estamos pidiendo”, concluye.

En contra: es una medida “demagógica y tribunera”

Para Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), “es muy tribunero y demagógico lo que están haciendo, confundiendo a la gente cuando le hablan de alcohol cero, mezclándolo con alcoholemia cero”. “Nuestra posición es no tomar alcohol si vas a conducir, pero nos están engañando a propósito”, asegura.

Lo que indica Pons es que un test de alcoholemia puede no arrojar exactamente 0 gramos en sangre y que la persona evaluada no haya tomado una gota de alcohol. “Nuestro organismo produce entre 1 y 2 gramos de alcohol por día”, asegura.

Alcohol Cero: qué dicen las voces a favor y en contra del proyecto de ley que ya se trata en el Congreso

“Es ilegal especificar una medida sin tolerancia. Porque no existe el cero, hay que darle un margen de error”, explica Pons. Es que los alcoholímetros, como cualquier elemento de testeo, no son perfectos al 100 por ciento.

En esta línea, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) aclara que el margen de error de los alcoholímetros es de 0,041 y desaconseja establecer como límite legal 0.00 gramos por litro en sangre. En una carta enviada a la ANSV, el Ing. Leandro García (DT Metrología Legal) recomienda una tolerancia de 0.5 g/l en sangre “dadas las características técnicas de los equipos en uso en la Argentina”.

La carta del INTI que desaconseja la tolerancia cero.
La carta del INTI que desaconseja la tolerancia cero.

Ese margen de error de 0.041 “es suficiente para que una persona que no tomó alcohol le dé 0.1 gramos de alcohol en sangre” y esté en infracción con la posible nueva ley, sostiene el presidente del Ovilam. Hay que tener en cuenta que el aparato de medición está expuesto a distintas condiciones ambientales y es “muy sensible” a la humedad, indica Pons. Por ende, no funcionaría de la misma manera “en Tilcara y en Tierra del Fuego”, ejemplifica.

Así las cosas, el resultado está sujeto a imperfecciones porque “tenés el error del calibrado, más el error de la operación porque no están las condiciones ambientales dadas para su correcto funcionamiento, más el alcohol endógeno del organismo”, explica el especialista.

Pons pone como ejemplo a Suecia, que se propuso el alcohol cero al volante y ordenó una tolerancia de 0.2 gramos, ya que “con ese límite cubrió todos los posibles errores de la medición”. “Así, si a vos te da más de 0.2 es porque efectivamente tomaste alcohol. Nadie podría especular con tomar un poquito porque se pasaría del límite”, añade. Chile, en esta línea, impuso un límite de 0.3 y Colombia, uno de 0.25.

Propone reducir el límite a 0.2, 0.25 o 0.3 para que nadie pueda tomar si va a conducir, pero pone el foco en los controles: “Hay que controlar a 10 millones de conductores por año” para reducir la cantidad de personas que consumen antes de manejar. “Mientras en Finlandia para luchar contra el alcohol al volante llegaron a controlar al 70 por ciento de la población total en un año, en la mejor jurisdicción de la Argentina (CABA) se controló al 4 por ciento”.

“En algunos países, como Chile o España, si te agarran con 0.8 vas preso y te sacan la licencia. ¿Alguien está haciendo esa ley? Nadie, porque hay que tener los cojones bien puestos para hacerla. Éstos (por los políticos que impulsan la ley) son tribuneros y demagogos. Y me consta que ellos saben que están equivocados”, dijo Pons. Y cierra: “La legislación es condición necesaria, no suficiente”.

 

Fuente: TN