z.system

Lo detectó un estudio que analizó a más de dos millones de adultos durante trece años.

Exponerse al ruido del tránsito de los vehículos y de los trenes se relaciona con un riesgo más alto de padecer demencia, especialmente la enfermedad de Alzheimer, aquella que causa problemas con la memoria, el pensamiento y los comportamientos.

El estrecho enlace entre la contaminación sonora del transporte y la demencia se detectó en un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ), una prestigiosa revista semanal de la Asociación Médica Británica.

Las posibles explicaciones de por qué el ruido puede afectar la salud incluyen la liberación de hormonas del estrés y los trastornos del sueño, que conducen a enfermedades cardíacas, cambios en el sistema inmunológico e inflamación, todos los cuales se consideran relacionados con la aparición de la demencia.

Los investigadores analizaron a dos millones de adultos mayores de sesenta años que vivían en Dinamarca entre 2004 y 2017. Se los dividió entre aquellos que vivían en el frente de los edificios (más expuestos al ruido del tránsito) y en el contra-frente (menos expuestos).

El estudio concluyó que hasta 1.216 de los 8.475 casos de demencia registrados en Dinamarca en 2017 podrían ser atribuidos al ruido del tránsito. De esos 1.216, “el diagnóstico en unos 963 pacientes se atribuyó al ruido del tráfico rodado y en 253 pacientes al ruido del ferrocarril”, indica la publicación.

“En este gran estudio de cohorte a nivel nacional, encontramos que el ruido del transporte del tráfico rodado y de los ferrocarriles está asociado con un mayor riesgo de demencia por todas las causas y subtipos de demencia, especialmente la enfermedad de Alzheimer“, escribieron los investigadores.

De acuerdo al BMJ, la cantidad de personas que viven con esta enfermedad podría superar los 130 millones para 2050 en todo el mundo. Además de factores de riesgo bien establecidos, como estilos de vida poco saludables, los expertos creen cada vez más que los factores ambientales pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la demencia.

Investigaciones previas relacionaron la contaminación ambiental con el riesgo de demencia, pero es la primera vez que a las enfermedades mentales se las vincula con el ruido de los autos. Para la Organización Mundial de la Salud, “la contaminación acústica no solo es una molestia ambiental sino también una amenaza para la salud pública”.

La Dra. Rosa Sancho, jefa de investigación de Alzheimer’s Research UK, explicó que la mejor manera de mantener la salud del cerebro es conservarse física y mentalmente activo, llevar una dieta saludable y equilibrada y controlar el peso, el colesterol y la presión arterial.

 

 

Fuente: TN