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La nueva función de la aplicación de mensajería puede significar un “hueco” más por el cual se pueden introducir personas indeseadas a las llamadas.

WhatsApp cuenta con muchos competidores en el mercado de la mensajería instantánea, pero la propiedad de Facebook continúa siendo la más consumida en todo el mundo. Con más de dos mil millones de usuarios, la plataforma es una de las redes sociales más importantes de la web.

Pensando en retener a todas las personas que hacen uso de la app, así como llamar la atención de nuevos “clientes”, el 19 de julio WhatsApp lanzó al público una nueva opción relacionada con las llamadas y videollamadas grupales en su plataforma: la oportunidad de que las personas se unan a una reunión aunque esta ya haya iniciado.

“Hoy lanzamos la función para unirse a las llamadas de WhatsApp. Si te agregan a una llamada grupal o si te pierdes una, puedes unirte en cualquier momento”, fue la información entregada por el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg.

Asimismo, desde la compañía agregaron que esta nueva opción es útil tanto para las personas que tardaron en contestar una llamada, como para aquellas que decidieron no contestarla, ya sea porque se encontraban ocupadas o porque no deseaban contestarla en el momento.

“Con esta nueva función, si alguien no atiende la llamada cuando suena el teléfono, puede unirse igual más tarde. Además, mientras la llamada siga en curso, puede salir y volver a entrar cuando quiera”, explica la app por medio de su blog oficial.

Aunque la novedosa función parezca útil para un grupo de personas, para otras puede significar un “hueco” más por el cual se pueden inmiscuir personas indeseadas a las llamadas, lo cual, incluso, puede aumentar el riesgo de espionaje en WhatsApp.

“Si una persona extraña o malintencionada está en un grupo de WhatsApp, no tendrá problemas para conectarse a una llamada. Todo lo que tiene que hacer es esperar a que la mayoría de los participantes se hayan unido y entonces ingresar sin que nadie note su presencia”, señaló Victor Chebyshev, investigador principal de seguridad de Kaspersky, empresa especializada en seguridad virtual.

Igualmente, es importante saber que, aunque WhatsApp sea una de las aplicaciones más seguras del mercado actual, no es ajena a un posible ataque de ciberdelincuentes por medio de la intromisión de un virus virtual (malware) o utilizando la típica estrategia del phishing (suplantación de identidad).

“Hasta la fecha, la mayor parte del software malicioso se ha centrado en interceptar los mensajes de WhatsApp archivados y las conversaciones en línea, y todavía no hemos encontrado ninguna interceptación de llamadas, y mucho menos de llamadas grupales”, añadió Chebyshev.

Pensando en esto, es importante contar con un protocolo con el cual evitar que personas inescrupulosas se filtren en las reuniones de WhatsApp, además de proteger a los participantes que ya se encuentren en una.

Por ejemplo, es importante tener en cuenta que antes de iniciar una reunión, siempre es necesario revisar que la misma tenga configurado el cifrado de extremo a extremo, esto con el fin de que no haya forma de que se filtre información en los servidores de WhatsApp que después pueda ser utilizada en contra de los participantes de la llamada.

También es bueno contar con el bloqueo de WhatsApp, especialmente cuando se deje el móvil en sitios pocos confiables. Un celular desbloqueado puede ser la herramienta perfecta para que otras personas puedan tomarlo y unirse a llamadas o videollamadas, sin que ni el dueño del celular ni el anfitrión de la reunión se den cuenta. Además, puede ser un blanco fácil para inyectar algún malware y así tener el control del dispositivo en el futuro cercano.

 

Fuente: Ambito