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Aplicó mejoras sobre las versiones más potentes del modelo.

Además, suma un kit estético y aerodinámico.

El Volkswagen Golf es un referente entre los medianos hatchback compactos. Y en sus versiones deportivas despierta pasiones y tiene miles de fanáticos en todo el mundo. Por eso esta edición especial realizada por una preparadora llamó tanto la atención: su motor fue potenciado hasta los 384 caballos de fuerza.

El responsable es la empresa ABT Sportsline, un preparador alemán que este año celebra su 125º aniversario a lo grande. A las mejoras en el “kit de motor” la casa suma aditamentos estéticos y aerodinámicos que le dan una imagen muy especial, como la franja negra en el tercer pilar de la carrocería.

En el caso del Golf R, la optimización le permite alcanzar los 384 CV y 470 Nm frente a los 320 CV y 420 Nm que ofrece el modelo de serie. Pero en ABT no se quedaron solo con esa versión y también ofrecen mejoras para el resto de la gama más picante.

El Golf modificado por ABT es uno de los más potentes.

Así, por ejemplo, el Golf GTI Clubsport pasa de 300 CV y un torque máximo de 400 Nm a los 360 CV y 450 Nm de par. Y en el caso del GTI “a secas”, aumenta la potencia de los 245 CV de serie hasta los 290 CV. En la preparadora, no obstante, no declararon cifras de prestaciones por los que no se sabe cuánto mejora en la pista.

Incluso el Golf GTD (2.0 TDI) se puede encargar con la potenciación de la preparadora, para de esa manera crecer desde los 200 CV y 400 Nm de la versión estándar a rendir 230 CV y 440 Nm.

La empresa además ofrece hasta tres diseños de llantas que son creaciones propias, con opciones de 19 pulgadas en negro mate y de 20 pulgadas para quienes prefieren algo más grande aun.

Puede tener hasta casi 400 caballos de fuerza.

La última generación del Golf (la octava) además de la opción GTI tradicional también ofrece -como hizo la séptima- la versión GTI Clubsport, una de las que mejor recibida tuvo entre el público en Europa.

Se trata de una versión que supera en 55 CV al GTI “a secas”, gracias a retoques en su motor de cuatro cilindros, 2.0 turbo con inyección directa. El torque máximo es de 400 Nm, junto a una caja automática secuencial DSG de siete marchas.

La tracción es delantera, pero cuenta con un diferencial de bloqueo electromecánico que, aseguran, mejora su paso en curva. El mismo se combina con una suspensión rebajada 1 cm y adaptativa electrónicamente.

Como si su perfil deportivo fuera poco, tiene un modo exclusivo para girar en Nürburgring, el mítico Infierno Verde alemán. Al seleccionarlo, la puesta a punto del vehículo modifica dureza de la suspensión, dirección, sensibilidad del acelerador, entre otros aspectos.

El GTI Clubsport adopta algunos rasgos estéticos específicos, siempre manteniendo el estilo sobrio del Golf. Se nota en la parrilla frontal, en los faldones laterales, spoilers y unas llantas más vistosas de 18 pulgadas, que opcionalmente se pueden cambiar por unas de 19″.

 

Fuentes: TN