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Apuntan a reformular el mercado de Liniers y desarticular el “rulo ganadero”. No descartan levantar la restricción a las exportaciones antes de los 30 días si se cumplen los objetivos trazados.

Nadie en el Gobierno cree que la medida de cerrar las exportaciones por 30 días vaya a bajar el precio que los consumidores pagan por la carne. Sin embargo, consideran que abre una ventana de tiempo para poder ordenar las condiciones de comercialización. En ese lapso buscan consensuar medidas que tiendan a desacoplar los precios locales de los internacionales. Dentro de esa serie de conversaciones, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, recibirá hoy a la tarde a los representantes del Consejo Agroindustrial Argentino. El funcionamiento del Mercado de Liniers y el “rulo ganadero” son algunos de los puntos que el ejecutivo busca modificar.

La escalada inflacionaria es una de las preocupaciones centrales del Gobierno. La marcha del precio de la carne no se detiene a pesar de que en 2020 lideró los aumentos dentro de la canasta básica. Luego de eso la Secretaría de Comercio acordó once cortes a precios populares que tuvieron poco impacto en la totalidad del consumo interno y la disparada continuó en los primeros meses de 2021. Es en ese marco que el Gobierno decidió frenar por 30 días las exportaciones.

En la reunión con los representantes de la mesa de las carnes y del Consejo Agroindustrial Argentino, José Martins y Dardo Chiesa, las autoridades expondrán los motivos de la medida anunciada al comienzo de semana. El diagnóstico oficial es que algunas operatorias propias de la brecha cambiaria y el contexto de altos precios internacionales desordenan el mercado y hacen subir los precios. Por eso, remarcan que la medida que se oficializó ayer en el boletín oficial es “temporal y coyuntural”.

En el Ministerio de Agricultura ponen la lupa en la organización del comercio de ganado. “La idea es que se vendan las categorías internas por un mercado y las categorías externas por otro, que no se venda todo en Liniers”, dijo a Ámbito un alto funcionario. Desde la cartera que conduce Luis Basterra también impulsan un mayor engorde del ganado que se consume en el país para tener un mayor abastecimiento y apuestan al troceo, que reemplazará a la distribución de la media res y comenzará a regir a partir del año que viene.

El Gobierno también apunta a desarticular un mecanismo que bautizaron “rulo ganadero”. Se trata de una maniobra que llevan a cabo exportadores con poco historial, que compran el animal, envían a hacer la faena y exportan. Pero el verdadero negocio está en las divisas que se quedan en el exterior y liquidan en mercados paralelos sacando provecho de la brecha cambiaria. “Como ese negocio no se basa en la producción, sino en la especulación, se paga cualquier precio, se presiona la demanda y esto termina desvirtuando el mercado”, dijo un funcionario a este medio.

Sobre este punto, analizan limitar la operatoria de jugadores con poca experiencia en el mercado de exportación. “No apuntamos a poner cupos ni a subir la retenciones, simplemente queremos ordenar el funcionamiento actual”, remarcaron desde el Gobierno.

La nueva apertura al diálogo incluyó ayer una reunión de Matías Kulfas y Paula Español con referentes de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA). Allí los empresarios acercaron una propuesta para sumarse al acuerdo para acercar cortes a precios populares a las carnicerías barriales, principalmente del conurbano bonaerense. En el Ejecutivo apuestan al diálogo y aseguran que la idea no es exportar menos sino hacerlo de una manera más ordenada. “El objetivo es levantar la restricción una vez transcurridos estos 30 días o antes si los objetivos se cumplen”, dijo Kulfas esta semana en distintas entrevistas radiales.

 

 

Fuente: Ambito