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Es por los tiempos que lleva el proceso de recarga.

El veinte por ciento de las personas que compran por primera vez un auto con motor eléctrico, a la hora de renovarlo eligen volver a la tecnología de motores a combustión interna (nafteros o diésel). El motivo: los extensos tiempos de recarga.

Lo dicho en el primer párrafo fue detectado por la Universidad de California a través de un estudio en el que encuestaron a todos los californianos que compraron un auto eléctrico entre 2012 y 2018.

De todos los conductores que cambiaron su auto eléctrico por uno con motor a combustión, el 70 por ciento carecía de un cargador de Nivel 2 en su hogar. y un porcentaje menor carecía también de un cargador de este tipo en sus trabajos, lo que dificulta bastante el proceso de recarga.

Los enchufes domésticos estándar en los Estados Unidos emiten alrededor de 120 voltios de energía, lo que se conoce como Nivel 1. En el Nivel 2, las conexiones están hechas para entregar 240 voltios de energía y, por ende, los tiempos de recarga se acortan. Como referencia, los Superchargers de Tesla de 480 voltios de corriente continua permiten cargar un vehículo al 100 por ciento en poco más de una hora.

Un ejemplo claro de las demoras que ocasiona la recarga eléctrica se observa en la gama del Ford Mustang. El naftero V8 llena su tanque en aproximadamente tres minutos y consigue así 300 millas de autonomía. El Mach-E eléctrico, en cambio, en una hora enchufado a un toma doméstico gana apenas tres millas de alcance.

Las estaciones de carga públicas son como la versión eléctrica de la estación de servicio, pero casi dos tercios de los conductores de autos eléctricos en la encuesta dijeron que no las usaron. No se especificó exactamente por qué no usaron los puestos públicos.

Los vehículos eléctricos han recorrido un largo camino en los últimos años en términos de alcance, seguridad, comodidad y características tecnológicas, pero cambiaron poco en términos de cómo se recargan. Los investigadores advirtieron que esta tendencia pod ría dificultar el logro de los objetivos de ventas de vehículos eléctricos en California y otros países, y el crecimiento del mercado en general.

“No se debe suponer que una vez que un consumidor compra un auto eléctrico, seguirá siendo propietario de uno”, aseguran los investigadores. “Lo que está claro es que esto podría frenar el crecimiento del mercado y dificultar el logro del 100 por ciento de las ventas de eléctricos”.

Solucionar el problema de la carga requerirá una mayor participación de los fabricantes de automóviles, que aún tienen que encontrar una forma rentable de producir automóviles eléctricos. Incluso Tesla, ampliamente el líder en la categoría, ganó plata en el primer trimestre vendiendo créditos de energía y bitcoins, pero pierde por cada auto que vende.