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La menor producción nacional se conjuga con el hecho de que aún no entró en operaciones el segundo buque regasificador. Las industrias con contratos interrumpibles serán las primeras en verse afectadas.

**ADVANCE FOR MONDAY, JULY 23** A worker operates a furnace at a plant manufacturing car bodies at Nissan Motor Co.’s Tochigi Plant in Kaminokawa-Machi in Tochigi prefecture, or state, north of Tokyo, Friday, June 15, 2007. The union negotiates annual raises, but each worker can haggle for individual performance-based raises at Nissan. Averaging $2,870 a month with an additional $17,200 average bonus a year, Nissan workers make way over the nation’s overall average of $2,260 per monthly paycheck. (AP Photo/Katsumi Kasahara)

Durante el invierno del año pasado el ingreso de un frente de frío polar derivó en el corte de suministro a varias fábricas de Buenos Aires durante un fin de semana, pero en este año el escenario es mucho más complicado, en especial ante la mayor movilidad.

A diferencia del año pasado, la mayor apertura comercial y laboral está generando por un lado un mayor consumo de GNC, que pasó de una demanda de 2 a 6,2 millones de metros cúbicos por día.

Pero por otro lado, la finalización de la cuarentena implica que se consuma más gas en oficinas y en especial en fábricas que el año pasado estuvieron cerradas o limitadas.

Este mayor consumo de gas es el que derivará en que haya cortes en el suministro, en el mejor de los casos dentro de lo que se conoce como demanda industria interrumpible, ya que se tratará de que los cortes no afecten al resto de los sectores, en especial al residencial.

Otro de los sectores que ya está padeciendo las restricciones del acceso al gas natural es el sector de la generación eléctrica que está debiendo reemplazar el gas que no logra tomar por fuel oil y gasoil que llegan a costar hasta 15 dólares en su equivalencia con el millón de BTU.

El gas se restringirá a las centrales térmicas del país.

“Los cortes a la generación eléctrica y en contratos interrumpibles industriales son absolutamente previsibles para este invierno”, reconoció el director de G&G Energy Consultants, Daniel Gerold. Y advirtió para tranquilidad de la población que “no se espera ninguna afectación a los usuarios residenciales o comerciales”.

El escenario de la oferta del gas se complejiza en este invierno con la menor generación eléctrica que se está registrando tanto desde las represas por la sequía como desde el sector nuclear por el ingreso en mantenimiento de la central Embalse, de Córdoba.

Desde el gobierno nacional se puso en marcha recientemente la Mesa del Gas de Invierno, un espacio en donde desde la secretaría de Energía, Cammesa y el Enargas se analizará cómo distribuir de mejor forma el gas existente y dónde realizar los cortes.

 

 

Fuente: Rio negro