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Por los bloqueos de ruta, el plan GasAr se retrasará al menos un mes. Además, la demanda de gas en invierno obligará al Gobierno nacional a importar más energía.

Las pérdidas en Vaca Muerta por los 21 días de piquetes de los trabajadores autoconvocados de la salud no sólo se cuentan de a millones de dólares. Fuentes del sector estimaron que por los bloqueos de ruta el plan GasAr se retrasará al menos un mes, y que para cubrir la demanda de gas en invierno el Gobierno nacional deberá importar más energía.

La abrupta caída en la cantidad de etapas de fracturas en Vaca Muerta durante abril refleja la demora. Según los datos de Luciano Fuciello, country manager de la firma NCS Multistage, el mes pasado cinco petroleras realizaron 239 fracturas, un nivel muy por debajo de las 733 que se alcanzaron en marzo. Lo que más se lamentan en el sector es que esa actividad se logró en la primera semana de abril, y que sin los piquetes se podrían haber rozado las 1.000 etapas, un récord absoluto para Vaca Muerta. Otro hito para el shale argentino que no se mide solo en dinero.

Ante la falta de gas boliviano (en este invierno Argentina importará unos 14 MMm3, un tercio de lo habitual), la Secretaría de Energía activó la contratación de un segundo buque regasificador que aporte 17 MMm3 desde Bahía Blanca, que se sumarán al primera unidad flotante anclada en Escobar, que tiene una capacidad de 23 MMm3. Por los cortes se perdió una producción diaria de hasta 3,5 MMm3 de gas y unos 10.000 barriles de crudo. En el Gobierno comenzaron a evaluar la importación desde Chile.

Las provincias productoras de hidrocarburos sentirán el efecto de los piquetes en sus arcas. Si bien el mes pasado las regalías por petróleo y gas crecieron 18% intermensual y casi 65% interanual al totalizar u$s138 millones, unos $9.500 millones. Por los cortes, para el próximo mes se espera una caída de hasta $300 millones en la Ofephi. También quedará para la anécdota el récord de producción de petróleo más alto de los últimos 16 años: 184.844 barriles diarios.

Mientras grandes compañías recalculan los números para no cerrar operaciones en el país, las pymes pusieron el grito en el cielo. La afectación de las pymes es otra pérdida que si bien es cuantiosa para las finanzas de los pequeños y mediados proveedores y contratistas, también tiene un impacto simbólico en la región: más de 10.000 trabajadores pymes no cobrarán o percibirán un salario menor en abril, y eso provoca una merma en el círculo productivo y de consumo que rodea a Vaca Muerta, particularmente en Añelo.

Ante este escenario, el dirigente petrolero Guillermo Pereyra rechazó un posible recorte salarial y advirtió a los empresarios pyme. “No existe argumento alguno para que no cumplan con sus obligaciones sobre todo cuando las empresas productoras ya confirmaron que no dejarán de afrontar los contratos vigentes”, afirmó.

Las cámaras que nuclean a las pymes coinciden que los piquetes dejaron una situación financiera colapsada y reclaman financiamiento a tasa cero, prórrogas en el pago de impuestos nacionales, provinciales y municipales, que se eliminen las sanciones a las empresas incumplidoras de contratos, moratoria para las obligaciones previsionales y fondos frescos para pagar los salarios. En el gobierno neuquino aseguran que las pérdidas (y los motivos) por los piquetes no solo fueron económicas.

 

 

Fuente: Ambito