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La iniciativa impulsada por Máximo Kirchner propone un nuevo marco regulatorio con plazo hasta el 2030, con la posibilidad de ser prorrogado otros cinco años. Contempla un corte mínimo del 5% para el biodiesel y del 12% para el bioetanol. Comenzaría a tratarse la semana próxima.

El oficialismo presentó en el Congreso el proyecto de Ley impulsado por el presidente del bloque de Diputados del Frente de Todos Máximo Kirchner, que propone un nuevo marco regulatorio para los biocombustibles, que comenzaría a ser tratado la semana próxima y que, aspiran, deberá ser aprobado antes de que venza la normativa vigente el próximo 12 de mayo.
El proyecto, que lleva las firmas de quince diputados, entre ellos Omar Felix, Marcos Cleri y Pablo Yedlin, propone un plazo de vigencia hasta el 31 de diciembre de 2030, con la posibilidad de ser prorrogado por el Ejecutivo por cinco años más. Lapso que, según remarcaron desde el oficialismo, “otorga una mayor seguridad jurídica”. La iniciativa fue respaldada por distintos empresarios del sector, quienes destacaron que brinda un marco de “previsibilidad” y es una ley “pro-pyme”.
La iniciativa contempla, además, un corte del 5% para el biodiesel (en la ley actual, es del 10%) y de un 12% para el bioetanol (6% para el elaborado a base de caña de azúcar y 6% con el maíz). “El 5% del biodiesel, de acuerdo a cómo esté el precio del commoditie, para que no aumente la nafta y para que las plantas sigan produciendo, puede bajar hasta un 3%. Pero también puede aumentar si se aplica el régimen de sustitución de importaciones porque es más conveniente para la economía y para el país”, explicó a Ámbito el legislador del Frente de Todos Marcos Cleri, quien agregó: “En el bioetanol es lo mismo: también puede subir o bajar, pero va a bajar sólo cuando tenga un impacto negativo en el consumidor, en la nafta. Y puede subir si se aplica el régimen de sustitución de importaciones de combustibles fósiles”.“De manera complementaria al corte obligatorio que se encontrare vigente, y cuando las condiciones del mercado lo permitan, la Autoridad de Aplicación (la Secretaría de Energía) arbitrará los medios necesarios para sustituir la importación de combustibles fósiles con biocombustibles, con el objeto de evitar la salida de divisas, promover inversiones para la industrialización de materia prima nacional y alentar la generación de empleo”, aclara al respecto uno de los artículos del proyecto.

Además, señalaron desde el oficialismo, en el proyecto “se contemplan las economías regionales para la formación del precio para el corte y se crea una Comisión Especial con la presencia de las provincias productoras de Biocombustibles”. También destacaron como puntos favorables que la nueva normativa “cuida a las empresas de escalas pequeñas y potencia la capacidad instalada que brindó la ley 26.093 y 26.344” y que “construye herramientas objetivas para elevar el corte o bajar con parámetros precisos establecidos en la ley, cuidando el empleo, la industria y la macroeconomía”.

Además, “dispone que el biodiesel y el bioetanol no estarán gravados por el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y por el Impuesto al Dióxido de Carbono (ICO2). En el caso de la mezcla, el gravamen recaerá sólo sobre el componente fósil”. “Es una muy buena ley, consensuada con el sector productivo, y los legisladores de distintos espacios políticos construyendo una nueva etapa que tomó lo mejor de la ley 26093 para establecerla como política pública. Es un proyecto integral, para dar respuesta al sector y acompañar un modelo de desarrollo nacional”, destacaron desde el oficialismo.

“La semana que viene empieza el tratamiento. Se habló con todos y con todas, y se sigue hablando. También se habló con el Senado de la Nación, esperamos poder lograr, luego del trabajo que venimos teniendo, hablando con todas las cámaras, antes del 12 de mayo un nuevo marco normativo”, subrayó Cleri.

Recepción

Al analizar el proyecto presentado en el Congreso, Juan Carlos Bojanich, CEO del Grupo Bahía Energía, un grupo empresario que cuenta con plantas de biodiesel, señaló a Ámbito: “Es lo que se esperaba. Lo bueno de la ley es que da previsibilidad por lo menos hasta 2030, más la posibilidad de cinco años más, es decir a catorce años”.

Al referirse al porcentaje mínimo estipulado para el corte, el empresario sostuvo: “Quizá se esperaba un corte más elevado para el biodiesel. Pero hoy la ley está también en el 5%, pero la Secretaría de Energía lo elevó al 10%. Y en el proyecto nuevo, la Secretaría tiene margen para subir y para bajar, no más del 3%”. Bojanich señaló, en ese contexto, que “en caso de aprobarse, creo que tendría que ser una buena noticia para las empresas”: “Sobre todo, reitero, porque da previsibilidad y ayuda a terminar con esta incertidumbre que uno está parado. Al darle continuidad, ayuda también a su vez a realizar nuevas inversiones, darle valor agregado a algunos subproductos. Al tener 14 años, uno tiene un horizonte para poder hacer otras cosas y no esperar que se termine en cualquier momento. Creo que eso es bueno. El empresario o el emprendedor, necesita un horizonte de largo plazo”.

Por su parte Federico Pucciariello, titular de la empresa Rosario Bioenergy y referente de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer), señaló a este diario: “Es lo que se venía hablando, con mejoras en la redacción bastante sólidas. Es una ley bien pro-pyme, está todo el mercado expresado. Bastante equilibrada. Así que las cámaras, al menos las compuestas por las pymes, la respaldaremos”.

 

Fuente: Ambito