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Sería el fin de los vehículos nafteros y gasoleros. Los híbridos podrían seguir fabricándose.

El Proyecto de Ley de Electromovilidad que el Gobierno de la Nación envió al Congreso propone, en su artículo 78°, la prohibición de la fabricación vehículos que funcionen propulsados exclusivamente por motor de combustión interna a partir del 1 de enero de 2041; es decir, en veinte años.

Es la primera vez en la Argentina que se pone fecha al fin de la producción de vehículos nafteros y diésel (comúnmente, a los segundos se los conoce como gasoleros), aunque todavía la misma deba ser ratificada en la dos cámaras. En el mundo, los países más desarrollados comenzarán a prohibir los autos a combustión, en general, a partir de 2030.

Al referirse a vehículos que funcionen propulsados “exclusivamente” (ésa es la palabra clave del artículo), se entiende que el Proyecto contempla seguir permitiendo más allá de 2041 la fabricación de modelos con mecánica híbrida, aquellos que combinan un motor a combustión con uno eléctrico. En la Argentina, sin embargo, todavía no se produce ninguno con este tipo de motorización.

La noticia, según pudo saber este medio, no cayó bien entre los fabricantes locales, que aseguran no haber sido consultados para la realización del proyecto. Creen que, primero, el Gobierno debe resolver otras cuestiones más urgentes, como la alta presión impositiva.

En la Argentina todavía no se producen autos híbrido o eléctricos.Por: PSA

Durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el presidente Alberto Fernández anunció que en la Argentina se fabricarán autos eléctricos y baterías que utilizan litio. Para ello, prometió “inversiones por más de 5000 millones de dólares”.

“El mundo avanza hacia vehículos eléctricos, el litio o el uso de hidrógeno verde. Argentina debe ingresar paulatinamente en este sendero. Brindaremos incentivos tanto en la incorporación de movilidad sustentable como la producción en el país de este tipo de vehículos y su cadena de valor que comienza en el litio”, sostuvo el presidente.

El triángulo del litio

El 67 por ciento de las reservas probadas de litio, y alrededor del 50 por ciento de la oferta global, se concentran en la Argentina, Bolivia y Chile, de acuerdo a un relevamiento del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) difundido en 2018. A esta región se la bautizó, en consecuencia, como “el triángulo del litio”.

Según el Ministerio de Producción, la Argentina tiene una séptima parte de las reservas mundiales de litio, lo que la posiciona “en la cuarta posición global”. Además, aporta una sexta parte de la producción mundial y así “se coloca en la tercera posición del ranking”.

La Argentina “es el país con mayor cantidad de recursos con potencial valor económico, aunque no de probada factibilidad y rentabilidad, con algo más del 20% del total mundial. El litio disponible allí está concentrado mayormente en tres provincias: Catamarca, Jujuy y Salta”, asegura el USGS.

Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “la Argentina tiene potencial para convertirse en el principal productor mundial de carbonato de litio, por tomar el referente que comúnmente se utiliza para mensurar la productividad del sector”.

Acuerdo con una empresa china

En febrero, el Gobierno de la Nación y la automotriz china Jiangsu Jiankang Automobile firmaron ayer un acuerdo para producir vehículos eléctricos y baterías en la Argentina.

Jiangsu Jiankang Automobile forma parte del grupo Guoxuan, al que también pertenece uno de los líderes de producción de baterías para autos eléctricos, Gotion High Tech. El 26 por ciento de esta firma, a su vez, pertenece al Grupo Volkswagen (Alemania), que el año pasado desembolsó mil millones de euros en esa adquisición.

El acuerdo compromete a la firma asiática “a realizar las inversiones necesarias para la construcción de una nueva planta de producción de baterías para movilidad sustentable y una planta de chasis completos de buses de pasajeros urbanos, unidades de aproximadamente 12 metros de longitud, en territorio argentino”, sin una fecha estipulada.

Además, se estableció que la planta industrial que instalen los chinos en el país “debe tener capacidades de escala económica que sean viables para abastecer razonablemente a los mercados argentinos y extranjeros, en particular, los mercados vecinos en América Latina”.

 

 

Fuente: TN