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Las automotrices esperaban un incremento de las ventas para 2021, pero las trabas para importar y la caída del dólar blue abrieron grandes dudas

La venta de 0km creció un 10% en el arranque de 2021, un aliciente para un sector que viene cayendo desde 2019, y que no logra recuperse.

Con estos resultados, y contabilizando también los de diciembre, que fueron positivos, la Asociación de Concesionarios de la República Argentina se atrevió a pronosticar un mercado de 430.000 unidades patentadas.

El problema surgió con el límite a la disponibilidad de dólares dispuesto por el Gobierno, lo que cambió las estrategias de las automotrices y terminará derivando en un posible aumento de precios de los 0km por falta de oferta.

Hoy, el vehículo más económico del mercado es el Fiat Mobi, que pasó a valer $1.133.700 en su versión más económica. Esto implica que, al dólar blue, hoy cotice a un valor cercano a los u$s7.700. 

Fiat Mobi, más caro al dólar blue

¿Qué pasaba en octubre del año pasado, cuando el paralelo coqueteaba con los $200?: en aquel entonces, el Mobi más barato valía $906.400, de modo que al tipo de cambio paralelo, podía conseguirse por el equivalente a 4.925 dólares. 

Si se toma como referencia un Volkswagen Gol en su versión de entrada de gama, tiene un precio de $1.225.905, es decir, unos 8.340 dólares blue.

VW Gol, más caro al dólar blue

¿Cómo era la situación en octubre?: este modelo costaba $988.500, lo que arrojaba un valor al blue de u$s5.374. Esto significa que hoy hay que desembolsar un 55% más en términos de dólar paralelo.

El nuevo problema: faltan autos

Los números del sector hablan por sí solos. “Hoy necesitamos importar 4.000 unidades por mes, y solo podemos ingresar 1.000 autos. Con este desfasaje es imposible evitar el incremento de precios”, alertó una alta fuente de un fabricante local.

Autopartistas también están en problema con los insumos.

Autopartistas también están en problema con los insumos.

Lo cierto es que las últimas medidas dictadas por el Gobierno, que restringen el acceso a los dólares tanto a importadores como a las automotrices que producen en el país, fueron determinantes para pensar en el rumbo de la industria a futuro, y en base a ello, ver muchas sombras en medio del camino.

“Para importar se necesitan dólares, y para fabricar también. Hay muchos componentes que requieren de pagos al exterior y hoy el Gobierno está limitando la asignación de divisas para cada sector. En este sentido, pide priorizar los dólares para la producción y tiene bajo control la entrega para  vehículos terminados, que por otro lado genera menos empleo”, comentaron en otra terminal.

En contraposición a estas medidas drásticas, el Gobierno analiza que, las terminales que superen los niveles de exportaciones de 2020 no pagarán retenciones. Esto sucedería como parte del incentivo a las ventas externas y fomentaría a la industria nacional en el mercado exterior. Hoy en día la alícuota actual es de 4,5%. Aunque podrán superarla siempre y cuando tengan las piezas para fabricar.

Ventas proyectadas

Con esta nueva realidad, muchos directivos prevén un golpe a nivel ventas.

En este sentido, desde la marca resaltaron que en 2020 hubo muchos cambios, y fue muy difícil hacer planes, pero que ahora dejaron en claro las reglas de juego, aunque no son de lo más satisfactorias.

Concesionarios administran las pocas unidades que tienen.

Concesionarios administran las pocas unidades que tienen.

Por otro lado, saben claramente la decisión del Gobierno, que tiene decidido para este año un protagonismo absoluto de la industria nacional y que vendan más cantidad de los autos producidos en las 12 terminales locales. Eso quiere decir que, tanto para estas compañías como para las importadoras, el cupo para importar será cada vez menor. Y las consecuencias en ambos casos son complicadas y llevan al callejón sin salida.

Además, en este caso, entra a jugar otro factor, que es la caída en la cotización del dólar blue. Hasta ahora, gran parte de los negocios que se hicieron de compra-venta fueron impulsados por quienes tienen los ahorros en “billete verde”, y pueden venderlos a un tipo de cambio que prácticamente es del doble que el oficial, con el cual se cotizan los autos.

Sin embargo, el dólar paralelo pasó de superar los $190 a perforar el piso de los $150. Esto genera que hoy se necesiten más dólares para comprar un 0km.

Por otro lado, los precios también aumentan por la inflación, y a esto se suma que en marzo empieza a regir la nueva escala del impuesto interno y muchas marcas aprovecharán para sacar el tope que tienen varios modelos para evitar caer en las “garras” del gravamen. Eso implica que los autos que están en $2.225.000 promedio podrán dispararse hasta los $2.500.000, que es el nuevo límite.

Problema para los importadores

A los importadores se les cierran prácticamente todas las puertas para que ingresen unidades, y se espera una fuerte reducción del market share en el segmento premium. Estas compañías tienen como obligación poder girar dólares al exterior luego de los 90 días de haber despachado a plaza estos automóviles y están complicados.

Teniendo en cuenta esta situación, el mercado puede llegar a verse afectado al disminuir el ingreso de importados para aquellos clientes que quieran vehículos con características diferenciales que no se fabriquen en el país.

Estrategia, marca por marca

La cantidad de dólares para operar hará que cada automotriz rearme su estrategia de marketing y su portfolio de productos de cara a lo que resta del año.

Las decisiones del pasado, cuando la mayoría de los concesionarios aplicaron sobreprecios, dejó malos recuerdos en grandes terminales, las que ahora estarían dispuestas a seguir más de cerca las decisiones de la red comercial para evitar una mayor caída de imagen.

Terminales administran sus dólares entre la importación de autos y las autopartes.

Terminales administran sus dólares entre la importación de autos y las autopartes.

 

También será determinante qué modelos priorizan a la hora de definir la importación: si prefieren más modelos chicos y económicos, y descuidar los más caros y grandes, o bien prefieren menos autos pero de mayor calidad y valor.

Dentro de cada modelo también podrían darse restricciones de gama: si de un producto hay más de 10 versiones, es muy probable que empiecen a eliminarse.

En conclusión, la realidad es que la oferta de autos y motos 0km no llegaría a responder a la demanda que habrá durante el año, más allá de la solución a través de la producción nacional. Y la puesta al día llevará muchos meses más de los deseados por el Gobierno y esperados por la demanda. Mientras tanto, quien tenga el dinero en la mano y encuentre un 0Km, será un afortunado.

 

 

 

Fuente: Iprofesional