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La “caída” de otra firma cerealera de inédito crecimiento volvió a sacudir al ambiente granario, mientras la falta de definición sobre la Hidrovía puede constituir el golpe de gracia a las exportaciones argentinas jaqueadas desde diciembre por distintos paros sindicales y empresarios.

… que, mientras cruje la cadena agroindustrial por la situación del precio de los alimentos, que tensa la relación entre empresas y productores con algunos sectores del Gobierno, las complicaciones que siguen pesando sobre la exportación pueden volver a afectar el ingreso de divisas al país. Por caso, el tema de algunas ramas del transporte camionero no está muy tranquilo y tampoco se explicó oficialmente porque el último conflicto con camioneros autoconvocados duró más de 3 semanas y, dicen, sin que aún esté cerrado totalmente el asunto. Ahora, además, hay rumores sobre un eventual nuevo conflicto por el aumento oficial de las tarifas de 22,5% para el transporte nucleado en Fetra (Federación de Transportadores Argentinos) que incluyen buena parte de los camiones granarios que acceden a los puertos de Gran Rosario. Naturalmente el tema incide directamente sobre el precio de los productos transportados, que vienen sufriendo en forma constante desde diciembre pasado por los continuos conflictos sindicales/gremiales. A esto ahora se suma la inminente finalización de la concesión de 25 años de la estratégica Hidrovía del río Paraná, en apenas 60 días. Y, si bien es cierto que la pandemia y la extraordinaria bajante del río alteraron de distinta forma la operatoria durante el último año, no es menos cierto que la falta de una palabra oficial acerca de una lógica prórroga (corta) de la concesión, que permita formalizar el llamado a una nueva concesión, está generando muchas especulaciones muy negativas sobre el futuro de la principal autopista por la que salen el 80% de las exportaciones argentinas (incluyendo los autos) y más del 70% de los granos.

… que, mientras los chinos se aprestan a volver a sus actividad después de 15 días de festejos por la iniciación del año nuevo, lo que presupone que reiniciarán las fuertes compras de alimentos y subproductos que venían trayendo desde octubre pasado localmente, y con la llegada ya del primer lote de soja de la campaña 20/21, crece la preocupación tanto por los temas de costos (como los fletes, combustibles, etc.), como por los de logística y el caso de la Hidrovía es el más emblemático. En general, aunque hay cierto temor de que el Estado nacional quiera hacerse cargo de la operatoria de la estratégica vía (cosa inconveniente por la falta de recursos y de conocimientos suficientes), por la que navegan 5.000 buques por año, hay coincidencia en la necesidad de anunciar ya una “prórroga” de la concesión, que permita no alterar la operatoria, especialmente ahora que el Paraná comienza a recuperar profundidad y que se solucionaron la mayoría de los conflictos que afectaron la carga y descarga en los puertos. Así se concluyó en una nueva jornada sobre el particular que organizó la Cámara de Diputados santafesina, y que reunió a legisladores, industriales, exportadores, dirigentes de la Bolsa de Rosario, y productores de toda la región. “El desafío ahora es mejorar el contrato anterior, y asegurar más de 40 pies de calado hasta Rosario, 25 hasta Santa Fe, y luego la navegabilidad por barcazas aguas arriba”. También se destacó la necesidad de que haya “transparencia” en todo el proceso, y que se mantenga el aporte directo de la tarifa de parte de los dadores de carga al concesionario encargado, y responsable, de los trabajos de dragado, balizamiento y nuevos sitios de operatoria.

… que, mientras los productores comienzan a “enterarse” el impacto del impuesto a la riqueza, otros temas sacudieron la tranquilidad en varias regiones. Por un lado, se habla de la difícil situación de uno de los principales molinos harineros del país, cuya deuda asciende a varios cientos de millones de dólares, y que no está pudiendo ser consolidada, a pesar de las varias gestiones al respecto. También, la convocatoria de la cereales Diaz-Forti, muy cercana al controvertido y poderoso Grupo Olio, que venía trabajando masones en la no menos golpeada Vicentin. Ahora parece que la posta la tomó otra gran exportadora (se habla de Oleaginosa Moreno), aunque se registra un fuerte repliegue de las cargas de parte de acopios y productores, hasta que “aclare” el panorama. La noticia causó conmoción porque Olio aparecía como uno de los grupos interesados en adquirir Vicentin, mientras los acreedores siguen esperando que llegue septiembre, que es cuando la empresa debe presentar el plan de pagos a los miles de acreedores, tras lo cual comenzaría una efectivización de acreencias “en pesos”, aunque el Gobierno ya hizo saber que en el caso de las deudas bancarias (mayoritarias con el Banco Nación), serán tomadas en la moneda de origen, o sea, en dólares.

 

Fuente: Ambito