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Es a raíz de un pedido de los abogados de la Argentina que reclaman saber sobre la relación entre el fondo Burford, que se quedó con los derechos legales para litigar contra YPF y los Eskenazi. El misterio del 30%.

La República Argentina volvió a pedirle a la jueza Loretta Preska, que lleva el juicio por la expropiación de YPF, información sobre la relación entre el fondo Burford -que litiga contra el país por la estatización de la petrolera- y la familia Eskenazi. Esta última, dueña de Petersen Energía, fue accionista de hasta el 25% de YPF antes de la expropiación, en abril de 2012.

El pedido se hizo el lunes y se estima que Preska -a cargo de la corte del distrito Sur de Nueva York- responderá este viernes. Argentina quiere acceder a la documentación en la que el fondo Burford se quedó con los derechos para litigar de Petersen Energía. Esa sociedad era de la familia Eskenazi, y fue a la quiebra en la justicia española. Allí la compró Burford. Cuando inició el juicio, Burford anunció que -si lo gana- hay un 30% de la recompensa buscada -entre US$ 2.500 millones y US$ 14.000 millones- que irá a un tercero.

Argentina hizo una presentación reciente. Fue una oposición a un pedido de Burford (el litigante), Petersen (la sociedad con los derechos del juicio) y los Eskenazi, como ex dueños de Petersen. Estos tres solicitaron mantener confidencial determinada información de las cortes españolas. Los abogados argentinos piden que el país y la jueza tengan acceso a esos datos.

El convenio que firmó Burford, para comprar los derechos legales de Petersen, puede incluir el nombre de los accionistas de Petersen (la familia Eskenazi) como potenciales beneficiarios. Es algo que la defensa argentina supone, que no puede certificar todavía.

Se estima que Preska contestará este viernes al pedido argentino. Antes, ya ordenó que requiere pruebas de la relación de Petersen Energía con el fondo Burford, y del rol de los Eskenazi en el proceso.

“Los Eskenazi están a disposición de la justicia, pero el juicio en Estados Unidos es entre YPF Argentina y Burford”, dicen en Petersen. Frente a la petición de la Corte sur de Nueva York de información sobre Petersen, respondieron que “de ser así, Burford tiene que formalmente dirigirse a la justicia argentina y hacer el pedido. Los Eskenazi no tienen nada que ver con Burford”.

“Los Eskenazis (sic) han súbitamente  ‘milagrosamente salido a la la superficie para ofrecerse a negociar una suerte de pruebas voluntarias de documentos”, dicen los abogados argentinos, refutando la supuesta “prescindencia” de la familia en el proceso que declara su vocero.

“Los demandados (Petersen y los Eskenazi) bloquearon todo el proceso de descubrimiento (“discovery, la investigación en su conjunto) en sus acuerdos con Burford, el así llamado ‘fondo litigante’”, le expresó Argentina a Preska.

“Petersen se ha negado a entregar documentación de cualquier comunicación con Burford que haya llevado -o incluso haya sucedido después- a la ejecución del reclamo efectuado en marzo de 2015, acuerdo que Buford compró en 15 millones de euros, para obtener el derecho a reclamar de Petersen”, sostiene la defensa argentina.

Burford argumenta que sus comunicaciones con Petersen están “protegidas” legalmente y que no tiene porque detallarlas.

Repsol, accionista mayoritario de YPF, llegó a un acuerdo con Argentina en febrero de 2014. Extinguió todos sus reclamos. “Los demandados (Petersen Energía) no entregaron ningún documento o comunicación entre los Eskenazis (sic) y Repsol, incluyendo alguno que explique si Petersen y Repsol alcanzaron un acuerdo que libere a Repsol de obligaciones”, marca la defensa argentina.

En octubre de 2014, Petersen envió un plan de propuesta de liquidación, que contemplaba una suerte de venta “en consignación” de sus derechos legales en una subasta pública. “El plan prometió a los principales oferentes información sobre los Petersen y sus derechos, como parte del proceso de cierre (“due dilligence), que incluía acuerdos financieros (incluyendo contratos) relacionados con la adquisición de las acciones de YPF, comunicaciones relacionadas con las acciones que eran propiedad de la compañía en bancarrota”, argumenta la defensa argentina sobre Petersen.

“Estos documentos no fueron entregados por los demandados, como la Corte (sur de Nueva York) sabe. La información que los Eskenazis (sic) pusieron a disposición de los compradores no fue entregada a Argentina e YPF”, se quejan los abogados de Argentina.

Argentina, en su posición legal, reconoce que el ingreso de Petersen (los Eskenazi) en YPF tuvo sus características particulares. “Mientras que nominalmente pagaron US$ 2.000 millones por su participación inicial (14,9% de YPF), ellos no pusieron dinero propio. En cambio, los Eskenazis negociaron préstamos con Repsol por US$ 2.000 millones y otros acreedores, que los Eskenazis demandaron que fuera repagado solamente por los futuros de dividendos de YPF , respaldado por sus acciones”, escribieron los abogados argentinos.

 

 

Fuente: Clarin