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Busca aprovechar la salida de Ford de Brasil para incrementar las ventas al país vecino. Para ello se tendrá que trabajar al margen del flex que permite el acuerdo de comercio administrado con el país vecino.

El Gobierno quiere consolidar un hub de exportación de autos aprovechando el contexto de la salida de algunas automotrices de Brasil. La idea es impulsar el desarrollo de inversiones de las terminales automotrices a partir de beneficios fiscales e impositivos como la amortización acelerada para el Impuesto a las Ganancias y la eliminación de retenciones, siempre que se trate de desarrollos exclusivos para la región.

Según pudo averiguar Ámbito, el nuevo proyecto se trabaja en coordinación con las empresas del sector y los sindicatos. Para incrementar las ventas a Brasil aspiran a utilizar el flex acordado con el país vecino, en el marco de la política automotriz del Mercosur. Ese acuerdo fue firmado por el exministro de la Producción Dante Sica. Desde junio de 2020, por cada dólar que un socio exporta, el otro le puede vender hasta u$s1,8. El margen se amplía en julio de 2023 a junio de 2025 y crece a 1,9. Luego sube a 2 hasta 2027, después a 2,5 y en 2029 se llegaría a un margen de 3 dólares. El primero de julio de 2029 debería regir el libre comercio de autos entre Argentina y Brasil. Para el Gobierno argentino ese flex también es un limitante a la hora de las importaciones, a la que se les suma además la escasa disponibilidad de dólares del Banco Central.

La industria y el Gobierno acordaron entonces elevar al 40% en promedio la integración local de automóviles. Hoy se estima que es del orden del 35%. En líneas generales, hay algunas automotrices que integran algo más del 40% y otras cerca del 25%.

En este marco, mientras anunciaba el cierre de tres plantas en Brasil,Ford invirtió u$s580 millones de dólares en Argentina. Fabricará en el país un nuevo modelo de pickup y se prevé que la producción comience en 2023. La estrategia de Ford para abastecer el mercado brasileño de ahora en más consiste en importar vehículos de Argentina, haciendo uso del margen que el flex le da a todo el sector automotriz.

Otra de las inversiones resonantes del sector vino de la mano de Volkswagen quien destinó u$s650 millones en una nueva plataforma y planta de pintura, Además, días después del cierre de las plantas de Ford en Brasil, Volkswagen anunció que invertirá u$s9 millones en Argentina, en la autopartista Maro de Baradero.

La industria argentina produjo este año unas 257.000 unidades y exportó unas 137.000. Está especializada en autos de tamaño mediano a grande y en pickups. Mientras tanto, Brasil se especializó en autos pequeños y de menor valor.

En este contexto, el Gobierno considera necesario que para poder elevar la exportación del complejo automotriz local se va a tener que reforzar el encadenado de autopartistas locales. El desafío se centra en dos pilares: promover inversiones en todos los eslabones del complejo y fortalecer el entramado autopartista proveedor de equipo original.

El año pasado se otorgaron bonos de crédito fiscal por la compra de autopartes nacionales por $4.196 millones y bonos de crédito fiscal por la compra de herramientas nacionales por $85 millones. El Programa Nacional de Desarrollo de Proveedores otorgó préstamos a tasa bonificada y aportes no reembolsables a empresas autopartistas tradicionales y de movilidad eléctrica que presentaron proyectos para ampliar sus capacidades productivas por más de $200 millones.

En 2020 el sector fue golpeado por la crisis a nivel global, sin embargo el consumo interno amortiguó la caída. Las exportaciones cayeron un 38%, pero los patentamientos de origen nacional escalaron del 29% al 34%. En el término balanza el resultado fue positivo con u$s889 millones.

 

 

Fuente: Ambito