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A pocas semanas de que el gobierno nacional autorizara los primeros pedidos de exportación de gas natural hacia Chile de la actual gestión, el gobierno nacional debió dar marcha atrás y cortar los envíos al vecino país.

La interrupción de las exportaciones comenzó hace un mes y medio y fue avanzando hacia el actual escenario en el que el corte es casi total, a raíz de las necesidades que desde la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) se plasmaron en torno al funcionamiento de las centrales térmicas.

Puntualmente, en la última semana las exportaciones previstas por los gasoductos GasAndes y Gasoducto del Pacífico fueron nulas, mientras que uno de los pocos contratos que sigue en pie es el envío a Methanex desde Tierra del Fuego.

Este contrato es el único que se mantuvo vigente incluso en los años de menor producción nacional, ya que no solo se trata de un volumen acotado, sino que la planta productora de metanol de Chile no puede trabajar si desde Argentina no le suministran su insumo base, que es el gas.

Estos cortes en las exportaciones de gas responden por un lado a la mayor demanda de energía eléctrica que están imprimiendo las altas temperaturas, en especial en la zona de Buenos Aires, pero a la vez a una menor generación hidroeléctrica que habría permitido compensar parte de esa mayor demanda.

La menor generación hidráulica se registra especialmente en el complejo Yacyretá, pero se trata de un fenómeno extendido a raíz de la fuerte sequía imperante en el país y la región.

Esta menor oferta hidroeléctrica hizo que desde Cammesa se requiriera una mayor oferta de gas natural para las centrales térmicas, conduciendo así a la suspensión de los despachos de la mayoría de los 17 permisos de exportación que se habían dado.

A principios de noviembre el gobierno nacional avaló los primeros once permisos de exportación y pocas semanas después incorporó otros 6, por un volumen total máximo de hasta 21 millones de metros cúbicos. Pero esos valores no llegaron nunca a estar ni cerca ya que la interrupción se dio a las pocas semanas.

La totalidad de los permisos de exportación que se presentaron el año pasado correspondieron precisamente al modelo de contratos interrumpibles, es decir que ante una necesidad del mercado argentino, se prioriza al país y se suspenden las exportaciones.

Desde el gobierno nacional se incorporó en la licitación del Plan Gas.Ar la posibilidad de que se pacten contratos en firme por hasta 11 millones de metros cúbicos, una meta para la que primero la producción nacional deberá crecer y permitir tener los saldos exportables que hoy no están.

 

 

Fuente: Rio negro