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El Gobierno nacional eliminó los derechos de exportación para la mayoría de los productos de las economías regionales, una medida que procura incentivar las ventas al exterior de productos con valor agregado.

En los últimos años las economías regionales fueron vistas como grandes generadoras de empleo, producción e industria, pero pocas veces se las tuvo en cuenta a la hora de fomentar la exportación y el arraigo, al menos no como el sector agroindustrial hubiera pretendido.

Esa suerte cambió al cerrar 2020, ya que el Gobierno nacional bajó a cero el derecho de exportación que regía para la mayoría de las posiciones arancelarias de las economías regionales, teniendo como parámetro la potencialidad de determinadas actividades en términos de crecimiento de las inversiones, la producción y las exportaciones que generarán nuevos empleos en forma directa e indirecta en todas las provincias del país.

Con esta medida, el Gobierno buscará darle mayor dinamismo a las economías regionales, con la expectativa de que vuelvan a tomar impulso y aumenten las exportaciones que en definitiva son las que generan los dólares que la economía argentina necesita. Las cadenas alcanzadas por el nuevo arancel 0% son las de carne ovina y caprina, huevos, acuicultura, apícola, productos hortícolas, olivícola, maíz pisingallo, legumbres, papa y mandioca, entre otras tantas posiciones arancelarias.

Según cifras del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el universo de productores de alimentos y bebidas de las distintas regiones del país, alcanzados por la eliminación de los aranceles, reúnen al 41% del empleo del sector y generan el 24% del total de las exportaciones del rubro.

Una de las actividades beneficiadas es la que se realiza en el Alto Valle, es decir la producción de peras y manzanas. Según los primeros cálculos, la medida le permitirá ahorrar al sector cerca de mil millones de pesos, al dejar de pagar el tributo de tres pesos por dólar exportado. Esto tendrá un impacto muy positivo en Río Negro y Neuquén, ya que entre ambas exportan por 350 millones de dólares cada temporada.

En el caso de los productores de arándanos, recibieron con buen augurio la medida que tendrá un efecto positivo para la campaña 2021. Alejandro Pannunzio, titular de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA), explicó que “como la campaña va de septiembre a diciembre y las retenciones se pagan de acuerdo a la fecha de embarque, las mismas tendrán efecto a partir de la próxima a cosecha. “Esto nos trae una tranquilidad enorme. Consideramos que es una buena medida porque sin retenciones vamos a poder levantar fruta aún en el tramo final de la cosecha que es cuando el precio cae, generando más impuestos por mano de obra y más divisas al país; Esto antes no lo podíamos hacer por falta de margen”.

Otro sector se se beneficiará con la quita de retenciones es la yerba mate. Omar Kassab, empresario y exportador que desde Andresito (Misiones) exporta a Siria aseguró que “a partir de ahora se podrá ser más competitivos, porque si bien muchos exportamos la situación se hizo más compleja por la oferta de yerba de otros países, por lo tanto bajando sin retenciones podríamos mejorar el precio de venta y llegar a más clientes. Además se beneficiará la provincia porque recaudará más vía impuestos.

Desde CAME, Pablo Vernengo, Director de Economías Regionales de la entidad aseguró que “es bienvenido que se quiten retenciones a sectores como la pera y la manzana pero no entendemos por qué se dejaron derechos de exportación para productos de la misma cadena con valor agregado, como por ejemplo los jugos”. Vernengo destacó que la medida beneficiará a varias actividades sin embargo reiteró un viejo reclamo de la entidad empresaria mediante el cual se propone un abordaje integral de las cadenas productivas, porque en muchos casos los beneficios mencionados no se trasladan al sector primario.

 

 

Fuente: Ambito