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El sector propone que el Gobierno impulse un “plan canje” para promover ventas y renovar el parque nacional el año próximo. Mayor previsibilidad es otro de los planteos de la industria metalmecánica.

A pocos meses de finalizar el 2020, el sector de la maquinaria agrícola ya se aseguró un año con récord histórico de facturación. Sin embargo, desde la industria aseguran que se podría dar un salto productivo si se genera un escenario de previsibilidad a largo plazo.

Las ventas de equipos agrícolas concretadas entre enero y septiembre totalizaron una facturación equivalente a $68.807 millones, muy por encima de los $55.749 millones registrados a lo largo de todo el año pasado.

En ese período se destacaron las ventas de los implementos agrícolas y las sembradoras, que aumentaron 125% y 123,2% respectivamente. Luego le siguieron los tractores con 51,4% y por último las cosechadoras con 51%. En cuanto a unidades vendidas, los implementos registraron el mayor incremento interanual en el acumulado al tercer trimestre, con 33,1%; las sembradoras 21,7%; y los tractores 4,9%; mientras que las cosechadoras experimentaron una disminución de 2,5%. La explicación a la caída en las ventas de las cosechadoras radica en que se trata de equipos de mayor porte y costo, donde la decisión de compra se piensa mucho más y para la cual deben existir reglas claras a largo plazo en materia macroeconómica.

Con estos datos, desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), precisaron que “existe voluntad e intención en invertir por parte de productores y contratistas pero para eso será necesario brindar nuevas herramientas y mejorar el acceso al crédito”.

Reynaldo Postacchini, presidente AFAT, la entidad que agrupa a las principales empresas multinacionales de maquinaria agrícola con plantas industriales en Argentina, destacó en diálogo con Ámbito que el escaso crecimiento en tractores y la caída en la venta de cosechadoras demuestran que los productores y contratistas argentinos mantienen el interés en invertir y renovar su plantel de maquinaria, pero que al mismo tiempo encuentran dificultades para adquirir tractores y cosechadoras, que son las inversiones de mayor valor. “Este tipo de inversiones se deben financiar a 5 años y también es necesario tener un panorama más claro a nivel económico del país para hacerlo. Se necesita pensar qué va a pasar en 2021 o 2022 y tener una proyección a futuro, algo que por ahora no está nada claro”.

Entre enero y septiembre se observó además un mayor aumento interanual en la facturación de implementos y tractores de producción nacional (146,8% y 82,5%, respectivamente) que en los de origen importado (78,7% y 2,9%, respectivamente). En cuanto a este punto, Postacchini destacó que “no existe la empresa que fabrica íntegramente en Argentina. El mundo se globalizó y hay especialistas en cada país que se dedican a producir cierta tecnología que otros no. Un ejemplo son las bombas de transmisión hidroestática que se producen en Alemania y en Estados Unidos, no hay otro proveedor a nivel mundial. En Argentina no hay fábricas de neumáticos, no hay correas, no hay fábricas de cadenas o rodamientos, por lo tanto cuando tenemos que definir una maquinaria vale preguntarnos qué es nacional y qué es importado”.

Según Postacchini, la preocupación de una empresa internacional que tiene sede en Argentina pasa por saber hacia a donde avanzamos como país aunque no por eso se deja de invertir”. “El problema es que cuando decidimos fabricar una maquinaria necesitamos evaluar el tiempo de producción, de entrega, de prueba y de cobro. Si un equipo se entrega en 3 meses y se cobra un adelanto, se genera un problema grave si hay movimientos de precios en materias primas como el acero, si hay modificaciones en el tipo de cambio, porque cuando vamos a comprar insumos ese adelanto ya no alcanza para hacerlo y eso es lo que debemos cambiar, que se genere confianza en lugar de incertidumbre”.

La entidad, que forma parte del Consejo Agroindustrial Argentino, mantiene diálogo con el gobierno y propuso la elaboración de un Plan Canje de maquinaria para que el sector pueda dar el salto productivo y tecnológico necesario para lograr 200 millones de toneladas de granos. Según el titular de AFAT, “los productores y contratistas argentinos tienen la posibilidad de acceder a los últimos avances a nivel mundial, sin embargo la incertidumbre macroeconómica y la falta de financiamiento apropiado dificultan el acceso a ese equipamiento. Argentina es un país que tiene todo para crecer, pero necesita previsibilidad”.

 

Fuente: Ambito