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Un duelo espectacular. Para vos, ¿cuál gana?

Ken Block nos suele deleitar con sus aventuras sobre ruedas en desafíos sobre distintos tipos de terrenos. Y esta vez se sometió a una prueba muy particular: corrió una picada arriba de su Mustang preparado contra un brutal McLaren Senna. Mirá lo que ocurrió acá abajo.

El Ford Mustang de Ken Block fue bautizado Hoonicorn. Se trata un auto súper tuneado que el piloto presentó en 2016 para participar de la mítica Climbkhana de Pikes Peak. Tiene un motor naftero V8 de 6.7 litros que entrega nada menos que 1400 caballos de potencia.

Del otro lado se encontró con un Senna V8 biturbo de 4.0 litros que entrega 800 caballos de potencia y 800 Nm de par. Según la firma británica, tarda 2,8 segundos (”tarda” es una manera de decir) en acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora.

En el video se van a encontrar con once minutos de charlas y datos de los vehículos (no está subtitulado), y a partir de allí comienza la acción con dos tiradas memorables, en las que se repitió el ganador: el Hoonicorn de Block, con aceleraciones contundentes.

Ken Block es un fanático de la marca del óvalo. Hace unos meses decidió viajar de Salt Lake City a Colorado (hay más de 800 kilómetros de distancia entre ambas ciudades estadounidenses) para comprar un viejo y deteriorado Ford Mustang descapotable. Mirá el video acá.

El detalle es que al Mustang lo pagó apenas 4000 dólares. Es mucho dinero para la mayoría de los mortales, pero para Ken Block, considerando los vehículos que maneja, es algo así como “dos mangos” o un vuelto.

En el video, el norteamericano reveló la trastienda del viaje a Colorado en avión, su primer contacto con el auto en el estacionamiento del aeropuerto de Denver, donde inmediatamente abrió el capot para conocer un poco más el estado en el que se encontraba, y por supuesto el viaje de regreso a Salt Lake City.

“¿Cuándo fue la última vez que compraste un auto así por Internet?”, preguntó el acompañante de Ken Block antes de subirse al auto para volver a casa. “Nunca”, contestó él, entre risas.

Lo curioso es que, cuando se encontró con el auto, se llevó algunas gratas sorpresas, ya que el anterior dueño le había instalado un sistema de óxido nitroso para el motor 5.0 V8, un tacómetro nuevo, un sistema de refrigeración específico y otro de detección de radares.

Más allá de esto, está claro que el estado del auto en general no es bueno. La pintura muestra varios desperfectos, los tapizados de los asientos parecen haber sufrido el paso del tiempo y algunos elementos ya piden cambio. Se le rompió el pomo de la palanca al pasar un cambio y se le trabó la capota, entre otros detalles. Y notaron que le faltaba aceite, así tuvieron que reponer.

Por supuesto, Ken Block se tomó sus desperfectos a la ligera y cuando llegó a destino, empezó el show: se subió al auto y empezó a quemar los neumáticos traseros (el auto tiene tracción atrás), pero duró poco, ya que enseguida uno de ellos explotó. Nada que no hubiéramos esperado…

 

 

 

Fuente: TN