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La demanda residencial para equipamientos solares creció en la región. Los precios varían de acuerdo a los hábitos de consumo y las necesidades de los usuarios. También aumentaron las consultas en el sector industrial.

La instalación de equipos para generar energías limpias despertó el interés de empresas y familias durante el último período de aislamiento por la pandemia del coronavirus. Si bien al inicio de la cuarentena la demanda disminuyó, con el correr de los meses las consultas crecieron en la región.


Dos indicadores generaron un incremento de la demanda en los últimos meses, el aumento de consumo residencial por la tendencia al teletrabajo y la creciente ola de instalaciones de piletas en viviendas
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Así lo detallaron dos empresas que operan en el Alto Valle. Se trata de la neuquina Alter Energy y la cipoleña 4 Elementos Patagonia.

El costo para la instalación de un equipamiento para la generación de energía renovable varía según el consumo y los sistemas, pero la potencia estándar para uso residencial abierto es de 3 kilowatts. El valor parte de los 4.000 dólares y puede llegar hasta los 6.000, la diferencia radica en el origen de los equipos.

Las pymes se encargan de poner en marcha los sistema y de los trámites administrativos que requieren cada distribuidora y los entes reguladores.
“Nosotros estamos ofreciendo dos sistemas, uno de origen chino que para uso residencial de 3 kilowatts que ronda los 4.000 dólares y una línea premium de origen alemán que está en 6.200 dólares. En ambos casos los paneles solares son alemanes”, detalló Juan Tesoniero, socio y técnico de 4 Elementos Patagonia.

En números

4.000 dólares es el costo aproximado para un equipo de 3 kilowatts abierto. Es decir con conexión a la red.
2 meses demora el trámite administrativo para la habilitación de estos sistemas.

Guillermo Torres, socio de Alter Energy, destacó que los costos no variaron en los últimos meses pero en precios dolarizados porque todos los insumos se importan. “En las últimas semanas crecieron mucho las consultas en residenciales”, indicó.

La puesta en marcha de un equipamiento de estas características demora 4 días y un máximo de dos meses para que entre en funcionamiento en Río Negro. Se trata de equipos conectados a la red, sin baterías. Con este sistema, la energía que se genera se consume o se inyecta a la red interconectada.

En el caso de Río Negro, Edersa y el EPRE regularizaron el sistema UGER hace varios años. Es decir que la distribuidora le paga al usuario bidireccional la energía limpia que devuelve al sistema. Neuquén aún no reglamentó el uso la generación distribuida por lo cual los usuarios no pueden sacar rédito del excedente que producen.


Tesoniero explicó que en promedio se puede ahorrar hasta un 80% de la energía que se consume.
 El principal factor es el hábito de consumo. Si bien la amortización depende de varios factores, uno de ellos el costo de la energía, el promedio ronda 7 años. La vida útil de los paneles solares se estima en 25 años.

El teletrabajo, uno de los indicadores del aumento de consultas


El principal indicador para dar cuenta del incremento en las consultas de usuarios residenciales es el teletrabajo. El consumo de energía en las viviendas creció de la mano de la tendencia de trabajar desde casa.
Pero no es el único, la ola de instalación de piletas en domicilios particulares abrió otro nicho para el sector que es la energía para climatizar espacios cerrados.

“La pandemia aumentó el consumo de energía en viviendas. Estas últimas semanas se abrieron dos líneas de consultas, por un lado kits solares para el segmento residencial, principalmente son equipos monofásicos que van directo a red, sin batería y, por otro lado, es el tema de climatización de piletas con energía solar”, explicó Guillermo Torres, socio de la firma Alter Energy.

Detalló que para este último segmento no solo se utilizan paneles sino también mantas solares que se colocan en el techo. “Se arma un sistema de tuberías. El agua ingresa por las mantas que hace que aumente la temperatura. Este sistema integra además un dispositivo que puede regular y controlar la temperatura de la pileta ”, señaló Torres.

El costo de estos equipos depende de las dimensiones de las piletas, pero se estima que para una pileta de 3,5 metros de ancho por 6 de largo ronda los 2.200 dólares más IVA. El sistema completo, sumado a la instalación depende del recorrido del agua entre el sistema de bombeo y el techo donde se instalan las mantas solares.

 

 

 

Fuente: Rio negro