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Si estás pensando en alquilar una para estas vacaciones, prestá atención a estos tips clave para conducirla sin problemas.

Mientras dure la pandemia, las casas rodantes parecen una muy buena solución para salir de vacaciones en familia o con amigos y conservar el aislamiento social. Cada uno con sus platos, sus cubiertos. No hay ascensores, barandas de escaleras ni picaportes compartidos con extraños. El baño lo usa sólo la familia.

Para la temporada estival que se viene, hay muchos argentinos que ya están pensando en alquilar una y recorrer el país, siempre sujeto a las localidades que permitan el ingreso de turistas. Ahora bien, ¿es sencillo manejar una casa rodante? ¿Cuáles son los cuidados que se deben tener en la conducción de un vehículo así? ¿A qué deberíamos prestarle puntual atención al volante? Las respuestas, a continuación.

Tips para manejar casas rodantes

  1. Conocé sus dimensiones. Es tan básico como fundamental. Una casa rodante mide generalmente entre 5 y 9 metros de largo, entre 2 y 2,3 metros de ancho y hasta 3 metros de alto. Esto es clave para saber si podrás entrar en un estacionamiento, pasar por un peaje o por debajo de un puente, entre otros puntos.
  2. Repartí la carga de manera equilibrada. El peso del vehículo tiene que ser parejo entre el eje delantero y el trasero. Si ponés mucho peso atrás, podés perder adherencia en las ruedas de adelante. Si ponés mucho peso adelante, se te puede “ir de cola” al frenar o agarrar una curva. Si distribuis mal la carga, pondrás en riesgo la estabilidad del vehículo.
  3. Evitá los sobrepasos. Por tratarse de vehículos grandes y pesados, los adelantamientos en ruta en casas rodantes son muy riesgosos. Si lo vas a hacer, asegurate de tener tiempo y espacio de sobra. Y nunca pases más de un vehículo a la vez.
  4. Estirá la distancia de seguimiento. En un auto “común”, se aconseja manejar a cinco segundos de distancia del vehículo que va adelante (a 100 km/h, serían 54 metros). En una casa rodante, se recomienda estirar la distancia a ocho segundos, ya que es un vehículo más pesado y tarda más en frenar.
  5. Manejá a una velocidad estable. Lo importante es sentirse cómodo con la velocidad, sin arriesgar tu integridad, pero tampoco conduciendo a la mínima, dado que eso generaría riesgos para el resto de los vehículos.
  6. Si hay viento fuerte, frená. Una casa rodante es todo lo que un auto aerodinámico no debe ser. Por eso, cuando hay viento fuerte se vuelve inestable. Lo mejor que podés hacer si te encontrás con esta condición es detenerte en un lugar seguro y seguir el viaje más tarde. Si no podés frenar, bajá la velocidad.
  7. Utilizá los espejos laterales. Como no tendrás retrovisor central, de lo que pase atrás tuyo te podrás enterar únicamente a través de los espejos exteriores. Se recomienda que sobresalgan unos 20 centímetros del vehículo (cuanto más separados estén, mejor verás).
  8. No dejes elementos sueltos en el interior. Durante la circulación, todos los pasajeros deben ir sujetados con sus respectivos cinturones de seguridad y adentro no debe haber nada que pueda volar y golpear a alguien durante una maniobra de urgencia, como puede ser una frenada brusca. Chequeá que la heladera, los armarios y otros elementos estén bien cerrados.
  9. Practicá primero. Antes de salir a la ruta por primera vez, manejá el vehículo, conocelo y practicá maniobras que te van a servir luego, como la marcha atrás, el giro en una curva cerrada y el estacionamiento.
  10. Chequéa el estado general del vehículo. En una casa rodante se debe prestar atención a todo lo que se le presta atención en un auto: estado de frenos, desgaste de neumáticos, presión de neumáticos y nivel de distintos fluidos.

 

 

Fuente: TN