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Es una presa de materiales sueltos que conforman una masa demasiado grande como para ser dañada.

El Chocón y el resto de las ocho presas ubicadas sobre los ríos de la cuenca del Negro son estructuras capaces de soportar un sismo como el que se trasladó el martes desde el centro de la provincia de Neuquén hacia la región. El expresidente del Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep) Carlos Yema explicó que se trata de masas demasiado grandes como para ser dañadas por un movimiento así.

Las falsas noticias suelen ensañarse con El Chocón. Los que las generan saben que la vida debajo de una presa y especialmente de un embalse de ese tamaño es un riesgo con el que cientos de miles de personas conviven pero sin tomar conciencia.

Un colapso de El Chocón dejaría buena parte de las ciudades ribereñas del Limay y el Negro bajo el agua en cuestión de horas. La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) tiene en su sitio de internet los mapas de inundación que simulan las consecuencias de un episodio así.

En 2010 cuando un sismo de gran magnitud provocó serios daños en el sur de Chile, incluido un tsunami, las versiones sobre un daño a la integridad de El Chocón corrieron de boca en boca (y por mensajes de texto); las redes sociales no eran lo que son ahora. Y la presa siguió en pie.

Ayer, luego del sismo que se sintió en la ciudad de Neuquén y el Alto Valle rionegrino, se fabricó una noticia falsa con el logotipo de Río Negro. Como hace 10 años, ahora tampoco El Chocón está en riesgo.

“La experiencia en el mundo ha demostrado que las presas son estructuras que se comportan muy bien frente a los sismos, especialmente las de materiales sueltos, como El Chocón”, apuntó Yema, que es ingeniero especializado en este tipo de obras.

Las presas de materiales sueltos (la mayoría de la región son de este tipo) se levantan con tierra y rocas del mismo lugar, sin cementar. Tienen en general un núcleo arcilloso que les da impermeabilidad.

La única presa de la región que es del tipo “de gravedad” es Piedra del Águila: puro hormigón.

Todas tienen instrumentos que miden eventuales modificaciones en sus estructuras, especialmente El Chocón, que a partir de la década del 90 recibió un “upgrade”: una galería subterránea atraviesa el cauce del río por debajo de la presa y de su fundación. Desde allí se realizaron refuerzos de cemento en la roca sobre la que se apoya.

La fisura de El Chocón es un mito. En parte porque lo que se descubrió en los 80 (y se reparó) fue una filtración de agua desde la fundación y no una fisura. La presa, construida hace medio siglo, goza de buena salud.

 

 

 

Fuente: Rio negro