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El presidente de Shell Argentina adelantó los planes de trabajo que tienen para sus áreas de Vaca Muerta. Anticipó que definirán si aceleran en otro bloque. También pidió reglas claras.

Esta es una industria de largo plazo”, repite Sean Rooney, el presidente de Shell Argentina para explicar tanto el actual escenario de la firma en el país como así también los inconvenientes que el sector enfrenta. Con esa frase, el geólogo y geofísico advierte que así como el sector requiere previsibilidad para garantizar esas inversiones a largo plazo, una vez que se iniciaron, como es el caso de Shell, asegura que “es como un tren que no se puede parar”.

En esa situación, en pleno desarrollo masivo de tres de los bloques que poseen en Vaca Muerta –Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste- es que la pandemia encontró a Shell.

La industria ha tenido un impacto inédito con la caída del precio y la demanda que fue algo inesperado y nos agarró en Shell en nuestros desarrollos en Vaca Muerta en un mal momento”, indicó Rooney la semana pasada durante las Jornadas de Energía del diario Río Negro.

“Después de dos meses de parada por la restricción del gobierno nuestro objetivo fue retomar los trabajos lo antes posible y, con los protocolos nuevos, pudimos ver que tenían la capacidad de trabajar eficientemente y más, superando las metas”, contó Rooney.

Destacó que hace tres semanas “trabajando con Halliburton pudimos completar un pad de 4 pozos, con un promedio de casi 9 etapas de fractura por día, lo cual para nosotros es un récord y en un día se llegó a las 13 etapas”, el récord de Vaca Muerta y dentro del cual ponderó Rooney “lo más importante es que estos niveles de eficiencia están casi a los niveles de Permian”, la formación estrella del shale estadounidense.

En números

3
son los equipos de perforación que tiene la compañía activos en Vaca Muerta. Uno de ellos se sumó recientemente.

La firma fue la primera en retomar los trabajos de perforación y fractura de pozos, para tratar de ponerse al día con su plan de desarrollo para este año. “Hoy están trabajando más de 1000 trabajadores, tres equipos de perforación, se está construyendo la planta de 30.000 barriles por día, y todo estaba en ese camino cuando nos agarró el covid”, explicó.

En ese sentido aseguró que “este año y el próximo son años de mucha actividad para nosotros”, y detalló que “para lo que queda de este año ya estamos perforando con 3 equipos, porque recién sumamos un equipo spuder, y estos van durante este año y el año próximo a sumar pozos para llenar la planta que está en construcción ya está prevista la puesta en marcha en febrero”.

Rooney explicó que “durante el año próximo estaremos perforando para llenar la planta que tiene una capacidad de 30.000 barriles por día sumando a los 12.000 que ya tenemos en la planta actual”.

Pero además la compañía también definirá si acelera en otro bloque de Vaca Muerta. “Se está por tomar la decisión de construir una planta EPF (Early Production) para Bajada de Añelo, pero es una decisión del año próximo con nuestro socio YPF”, contó Rooney en una definición que representa el avance hacia otro desarrollo masivo.

No obstante, también advirtió que el desafío más importante que hoy enfrenta Vaca Muerta “es la incertidumbre, porque las inversiones en energía son de largo plazo y las condiciones deben ser previsibles y garantizar un retorno adecuado a las inversiones por el riesgo que están asumiendo”.

A su vez, señaló que en la búsqueda por reducir los costos para mejorar la eficiencia “el mercado de servicios depende mucho del precio del petróleo y si bien la caída de demanda ayudó a renegociar contratos, lo que al final del día ayuda a tener la eficiencia necesaria es un mercado saludable donde todos ganen una renta suficiente para hacer las inversiones necesarias”.

El dato

30.000
barriles por día es la capacidad de la planta de tratamiento de crudo que la firma espera inaugurar en febrero.

En ese sentido remarcó que “una de las culpas de los costos más altos de Argentina han sido las dificultades que tienen las compañías nacionales, las neuquinas, para obtener financiamiento a tasas adecuadas para ofrecer sus negocios. Necesitamos más compañías de servicios, más competencia dentro del mercado de las compañías de servicios para obtener costos que sean competitivos con las inversiones en otros países”.

Desarrollar el petróleo para impulsar el gas

Para el presidente de Shell Argentina la crisis que generó la pandemia en el sector hidrocarburífero también tuvo un efecto positivo, ya que advirtió que “hubo un beneficio de la caída de demanda que nos forzó a exportar más Medanito, en nuestro caso exportamos dos buques, uno con nuestros socios YPF y Equinor desde Bandurria Sur”.

El titular de la operadora explicó que esta crisis “fue una manera de abrir un mercado internacional al crudo específico de Vaca Muerta y ya vemos que nuestros clientes están pidiendo más, que quieren porque es un crudo de excelente calidad, útil en las refinerías del mundo”.

Pero advirtió que “para venderlo a un precio mayor debemos comprometer una cantidad mayor para llegar al punto de exportar cantidades regulares y hacer un compromiso de entregas a largo plazo”.

Rooney advirtió que “el desarrollo de Vaca Muerta es cierto, pero el nivel de desarrollo es incierto. Podemos desarrollarlo para el mercado doméstico y el Medanito va a ser usado como la fuente principal de las refinerías del país por décadas, pero esto no cumple con Vaca Muerta que tiene el potencial de exportar 100.000 barriles por día o más”.

Y enfatizó que para ello “se necesitan las inversiones y para tener las inversiones (debe haber) una confianza en la estabilidad de las leyes, competitividad en términos de acceso a los mercados de divisas y confianza en que las reglas bajo las cuales están haciendo las inversiones seguirán vigentes o no van a cambiar durante el plazo del proyecto”.

Con el escenario planteado, Rooney sostuvo que “la oportunidad que tiene hoy Argentina es desarrollar ese mercado de petróleo y con los ingresos del petróleo ayudar a financiar esos proyectos de gas que es el gran potencial de Vaca Muerta”.

 

 

Fuente: Rio negro