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La falta de lluvias provocó una caída en el valor bruto de producción por u$s1.170 millones.

Las labores de cosecha cobran impulso en el norte del país, registrando rindes tan bajos que aumenta el riesgo de abandono de superficie en cuadros que no superan los 5 qq/ha. En la franja central del área agrícola la situación se parece mucho a la qse observa en el norte y la falta de lluvias sigue dejando rendimiento y hectáreas en el camino por eso resulta lógico estimar que en esa zona, la situación arroje los mismos resultados.

Según el último reporte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires “los rindes potencialmente alcanzables en las provincias de Córdoba y Santa Fe se reducen semana a semana” al tiempo que “cada vez son más los lotes que se destinan a alimentación animal o se barbechan para la gruesa”. Tomando el valor FOB a diciembre informado por la entidad porteña en u$s234, las 5 millones de toneladas tienen un valor bruto de 1.170 millones de dólares.

En la zona centro del país no llueve fuerte desde marzo y en el norte la situación es aún más desesperante porque a esto se suma que el verano pasado tampoco fue generoso con las precipitaciones.

La expectativa está puesta en las lluvias que puedan registrarse en la segunda quincena de octubre, porque serían determinantes para detener la caída de rindes. Ya se observaron precipitaciones en la zona sur del área agrícola donde la humedad y la temperatura en general son adecuadas para el inicio de los estadíos reproductivos. En tanto, el núcleo triguero bonaerense podría equilibrar la balanza ya que allí se prevé una buena cosecha.

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario confirman que el golpe de la sequía se sentirá fuerte. De las 7 millones de hectáreas que se proyectaban para la siembra cuando comenzó la campaña, sólo se pudieron sembrar 6,5 millones y a eso hay que sumarle otro 10% que directamente no se va a poder levantar porque no llovió. Un informe reciente de la entidad bursátil destaca que la estimación de producción triguera 2020/21 se achicó a 17 millones de toneladas, muy lejos de las 22 que se podrían haber obtenido con condiciones climáticas adecuadas.

En este contexto, la mirada esta puesta también en lo que ocurre en los mercados porque la Argentina no es el único país triguero que tiene problemas climáticos. Rusia, primer exportador mundial del cereal reportó falta de lluvias en varias zonas productivas y podría reducir su producción 2021/22 estimada en 83 millones de toneladas en al menos un 10%. En paralelo, en algunas llanuras de Estados Unidos también se reportaron daños en las cosechas.

Estas noticias, vinculadas a la reducción de oferta productiva y por lo tanto exportadora, aportan una tendencia alcista en los precios del cereal para fin de año, momento en que ingresa la cosecha en nuestro país. Mientras tanto, el trigo con entrega inmediata se ubica por encima de los 200 dólares por tonelada y eso es un buen indicador para aquellas zonas que no fueron afectadas por la sequía o para quienes esperan con mucha ansiedad las lluvias que podrían revertir su situación climática.

 

Fuente: Ambito