z.system

Si bien crecieron los DJVE de aceite y harina de soja, las cifras todavía están lejos de lo que se espera tras la rebaja de retenciones. Mientras tanto los productores continúan reacios a desprenderse de su cosecha.

En otra jornada caliente para el dólar y las reservas del BCRA ya quedó claro que el agro se convirtió prácticamente en la única fuente genuina de dólares para la economía argentina. Por eso en el Gobierno miran con atención la liquidación de divisas y las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) de las empresas agropexportadoras, luego de establecer la baja temporal de las retenciones a la soja. Lo cierto es que a pesar de que en los primeros días, post anuncios, hubo un “veranito” las ventas del complejo sojero están lejos de lo que se esperaba.

Después de que el presidente Alberto Fernández reconociera públicamente que la baja de retenciones no había arrojado los resultados esperados, las empresas exportadoras, nucleadas en Ciara-Cec, dieron a conocer un informe elaborado por el consultor Pablo Adreani, en el que detallan que en la semana posterior a la entrada en vigencia de la baja de retenciones, los envíos de aceite superan en 35% a los embarques de todo septiembre y los de harina equivalen al 88% del mes precedente, representando ingresos por un poco más de u$s620 millones.

En el caso del aceite de soja, entre el 6 y el 14 de octubre los registros totalizaron 303.975 toneladas, contra un volumen que, durante todo septiembre, había totalizado 224.548 toneladas. Es decir que en apenas cinco días hábiles de la primera semana de octubre hubo un 35% más de registros que durante todo el mes anterior.

En cuanto a la harina de soja, totalizó 1.185.247 toneladas contra un volumen de registros durante todo septiembre de 1.342.768 toneladas.

Es decir, post anuncios, las empresas anotaron exportaciones a realizarse durante octubre por alrededor de 1,4 millones de toneladas.

Mientras tanto desde el sector productivo, detallan que si bien el precio de la soja disponible hoy cotiza en alrededor de u$s315 por tonelada, el incremento de la brecha entre el dólar blue y el oficial, desalienta las intenciones de venta por parte de los productores. En paralelo también explican que la industria aceitera anotó ventas al exterior, en gran parte, por mercadería que ya tenía en su poder o con precio a fijar, es decir, que partir de la próxima semana podría haber todavía una mayor desaceleración.

Este último escenario es el que más preocupa al Gobierno porque justamente la industria necesita materia prima (poroto de soja) para moler y convertir en aceite o harina de soja, productos con lo que hoy tiene mayor rentabilidad gracias a la reimplementación del diferencial de dos puntos. En la vereda de enfrente el productor encuentra, lógicamente, pocos alicientes para vender sus posiciones a un tipo de cambio cada vez más alejado del dólar blue y con instrumentos financieros (plazos fijos, etc) poco convincentes en un mercado tan volátil.

En este marco, según las estadísticas oficiales, al cierre de esta edición, ayer las agroexportadoras declararon DJVE por un total de 96.100 toneladas (85.100 de harina y 11.000 de aceite), un día antes habían declarado 165.000 toneladas (140.000 de harina y 25.000 de aceite). De esta manera, la tendencia bajista continúa abriendo interrogantes en las arcas oficiales.

Ahora bien, el punto central es terminar de entender cuánto esperaba el Gobierno que liquiden las firmas agroexportadoras en los últimos meses del año a partir de la baja de retenciones. Si bien la presión sobre el dólar es cada vez mayor, una cifra lógica sería en torno de los u$s6.000 millones.

La explicación está en las estadísticas dadas a conocer por Ciara -Cec ya que el promedio mensual en lo que va del año está en torno de los u$s1.600 millones, es decir que toda liquidación igual o inferior a los u$s4.800 millones, no terminaría por mover la aguja.

Todo parece indicar que la próxima semana será clave, no solo para el dólar sino también para el rumbo económico que tendrá que tomar el Gobierno teniendo en cuenta como evoluciona o no el tan ansiado ingreso de dólares del agro.

 

Fuente: Ambito