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Después de la baja temporal de retenciones se especula con una mayor liquidación por parte de las empresas a partir de esta semana. El Gabinete económico busca plantear una agenda de trabajo con representantes del sector primario y de la industria. El impulso de una ley marco, en el temario.

Arranca una semana clave para la economía argentina. El Gabinete económico de Alberto Fernández, encabezado por Martín Guzmán, apuesta a que esta semana comiencen a ingresar los dólares del agro. Luego de los anuncios del pasado 1 de octubre, el propio ministro de Economía remarcó que en alrededor de 10 días comenzarían a surtir efecto la baja temporal de las retenciones a la soja, momento que ya llegó. Pero eso no es todo porque también la reunión pautada para mañana con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) tendrá un lugar estratégico en lo que se viene. Es decir, el Gobierno quiere de aliado al campo y eso intentará demostrar durante el encuentro, con la elaboración en conjunto de una agenda de trabajo concreta para fomentar las exportaciones y otorgarle estabilidad a los productores primarios y a la industria del valor agregado.

Durante la semana pasada y luego de que se oficializara la baja temporal de las retenciones a la soja y la reimplementación del diferencial de dos puntos para los subproductos, las empresas agroexportadoras declararon ventas al exterior de la oleaginosa por alrededor de 1,23 millones de toneladas, que en divisas representarían unos u$s600 millones. Este parece ser un dato alentador para las arcas nacionales, pero según explican desde la industria todavía resta mucho camino por recorrer.

El gran escollo es que los productores, a menos que tengan que hacerle frente algún tipo de compromiso comercial o financiero, prefieren guardar la soja en sus silos. Actualmente habría alrededor de 16,9 millones de toneladas de la oleaginosa en manos de los agricultores, porque el poroto se convirtió en su resguardo financiero ante la inestabilidad cambiaria y el incremento de la brecha entre el dólar oficial y el blue. Esta es la cuestión de base que plantea el sector productivo y la industria aceitera y por eso reclaman medidas concretas que le brinden incentivos y estabilidad ambos eslabones de la cadena.

Por supuesto que la liquidación de divisas continúa siendo la gran preocupación del Gobierno. El acumulado a septiembre suma alrededor de u$s15.133 millones, lo que representa un retroceso interanual del 12,68%. Es cierto también que las cerealeras y los productores se apuraron a liquidar parte de su cosecha luego de las elecciones de agosto 2019. El sector intuía un incremento en las retenciones y por eso se apuró a vender de manera anticipada la soja de la campaña 2019/20. Pero también este año se desarrolló otro fenómeno que complicó la liquidación de divisas: la primarización de las exportaciones y por eso Guzmán apostó nuevamente al diferencial de retenciones.

En este marco, mañana el Gobierno buscaría en la reunión con el CAA no solo entablar un canal de diálogo fluido sino también plantear algunas medidas concretas que el sector agroindustrial viene reclamando desde hace larga tiempo. Sigue bajo análisis la baja de retenciones a la carne y algún tipo de modificación en la rebaja de retenciones para incluir los granos de la cosecha 2021.

Mientras tanto desde el CAA siguen sumando entidades bajo su paraguas. Hoy son en total 57 y a pesar de la polémica, tanto Federación Agraria, como Coninagro y CRA, continúan bajo la órbita de esta flamante coalición que busca hacer historia en el agro argentino con la puesta en marcha de una ley marco. El interrogante es si lo logrará finalmente de la mano del Gobierno de Alberto Fernández, las cartas están echadas y la reunión de mañana sea quizás el inicio de esta nueva etapa.

 

Fuente: Ambito