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El pasado 25 de julio, el buque de cargas japonés con bandera panameña MV Wakashio encalló en un arrecife de coral de la costa de Mauricio, en el Océano Índico. El 6 de agosto, el barco empezó a derramar petróleo en las aguas de Pointe d’Esny, cerca de Blue Bay Marine Park, un importante parque nacional marino del país africano.

Rápidamente, equipos de voluntarios se pusieron a trabajar en el armado de barreras para el petróleo y en la limpieza del agua, con el fin de evitar un verdadero desastre ecológico en un país que venía siendo un ejemplo por el cuidado del medioambiente, lo que también potenciaba a su turismo

Vecinos observan al buque de carga MV Wakashio desde las costas de Mauricio (Dev Ramkhelawon/LExpress Maurice)
Vecinos observan al buque de carga MV Wakashio desde las costas de Mauricio (Dev Ramkhelawon/LExpress Maurice) Fuente: AFP

 

Pero en el día de hoy, varios cadáveres de delfines aparecieron en la costa de Pointe d’Esny y en las playas de Grand-Sable. Cerca del mediodía, ya se habían encontrado 18 delfines muertos sobre la arena o flotando en el mar.

Aunque todavía no se sabe con certeza las causas de las muertes de los animales, se están llevando a cabo autopsias para determinar si están directamente relacionadas con el derrame de petróleo del MV Wakashio.

Voluntarios cargan una barrera para petróleo hecha a mano (LExpress Maurice)
Voluntarios cargan una barrera para petróleo hecha a mano (LExpress Maurice) Fuente: AFP

En tanto, otras naciones, como Francia, enviaron ayudas sanitarias para asistir al país africano. “Cuando la biodiversidad está en peligro, es urgente actuar. Francia está ahí. Junto al pueblo de Mauricio”, escribió el presidente Emmanuel Macron en Twitter, al ordenar la asistencia desde la cercana isla francesa de Reunión.

 

A través de un comunicado, Greenpeace Africa le exigió al gobierno de Mauricio velar por la protección del medioambiente en su territorio y por la salud de sus ciudadanos. “Como máxima prioridad, es fundamental evitar métodos peligrosos para eliminar o dispersar el petróleo, incluido el uso de detergentes químicos que podrían generar impactos negativos aún mayores en corales frágiles, manglares, áreas de desove de peces y viveros, crustáceos y mariscos”, reza el comunicado.

“Es importante tener en cuenta que incluso si los hidrocarburos de la superficie pueden eliminarse o dispersarse, existe una amenaza significativa de bioacumulación dentro de las cadenas alimentarias, lo que podría causar daños importantes a largo plazo en los ecosistemas de los que depende la población de Mauricio”, señalaron desde Greenpeace.

 

 

Fuente: La nacion