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El mercado mexicano de energía eólica y solar, antes caracterizado por un rápido crecimiento, ha debido lidiar con la incertidumbre generada por los cambios regulatorios anunciados desde fines de abril.

Sin embargo, sus participantes han seguido comprometidos con el país y convencidos de su potencial de largo plazo.

“En este momento, tenemos un mercado competitivo”, dijo Daniel García, gerente comercial sénior de Atlas Renewable Energy, en un seminario web realizado el jueves por YouTube y denominado LatAm Smart Energy Virtual Panel México. Sin embargo, en lo que respecta a la seguridad jurídica, el ejecutivo aseguró que son tiempos de incertidumbre en varios aspectos.

“Estamos viviendo un año muy complicado por una combinación de factores, pero lo que tiene México es un marco regulatorio que fomenta la competitividad”, aseguró.

Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, la Secretaría de Energía de México y el operador de la red eléctrica nacional, Cenace, han intentado modificar las normas y amenazado con rehacer el mercado eléctrico. El parque solar El Llano debió detener sus operaciones casi de inmediato tras un anuncio de Cenace, mientras que decenas de proyectos renovables en etapa avanzada vieron su futuro en entredicho.

Las modificaciones regulatorias quedaron en suspenso en junio y julio en medio de una confusión de medidas cautelares interpuestas en tribunales mexicanos que favorecieron a las empresas de energías renovables afectadas y a agrupaciones empresariales aliadas.

La disputa ha llamado la atención sobre varias empresas de energía renovable que operan en México, pero también ha dejado en evidencia una aparente fragilidad de las reformas energéticas introducidas en 2013 y 2014, que abrieron el mercado eléctrico local a través de una serie de subastas.

Un panelista reconoció que el mercado se había “desorganizado” tras los intentos de cambiar la normativa del sector eléctrico en medio de la cuarentena y, en algunos casos, los operadores han reducido drásticamente su gasto de capital para el año ante la recesión.

Aun así, lo peor pareciera haber pasado y las firmas renovables evalúan una vez más terminar sus parques eólicos y solares.

Mientras se preparan para condiciones comerciales más normalizadas, muchos operadores están optando por el cumplimiento metódico de la normativa.

Como en otros mercados, México atraviesa un “período de transición” en el que las empresas eléctricas que antes pudieron haber gozado de flexibilidad deben ser muy escrupulosas y cuidadosas en el cumplimiento de las normas, indicó Katya Somohano, directora de energía de DeAcero.

“No implica que las puertas y los canales [del regulador] se hayan cerrado, implica que no hay atajos”, indicó.

Cenace, por su parte, se ha vuelto más estricto en la aplicación de la normativa y su lista de requerimientos de cumplimiento se ha vuelto muy extensa, indicó Francisco Castro, director de Energía Ternium.

El jueves, una solicitud de registros públicos de la agrupación ciudadana Cerca La Paz indicó que Cenace tenía intención de traspasar el costo de interconexión a los proyectos de energía renovable en el estado de Baja California, lo que podría afectar la viabilidad comercial de los parques eólicos o solares en la región. La red eléctrica de Baja California Sur no está interconectada al sistema principal de México, lo que posiblemente limita el impacto de la decisión de Cenace en la península.

A pesar de las idas y venidas, los ejecutivos de las empresas renovables que participaron del panel del jueves expresaron confianza por el hecho de que, a medida que se flexibilizan las cuarentenas, en México se está comenzando a recuperar la normalidad, la demanda de energía y el consumo parecen aumentar en el 2S20 y el país tiene una necesidad de energía a largo plazo que solo podría satisfacerse mediante generación privada.

 

 

Fuente: BN americas