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Son perforaciones de crudo y gas que están sin conectar. Podrían aportar hasta 55.000 barriles de petróleo equivalentes diarios a un costo relativamente bajo.

YPF tiene 80 pozos perforados sin conectar que serán su primera gran alternativa para empezar a bombear más producción cuando las condiciones del mercado se lo permitan. Se trata de perforaciones realizadas antes del actual ciclo de crisis, y que podría poner en marcha con un costo relativamente bajo. La empresa cree que su puesta en marcha le reportarían una producción diaria de 55.000 barriles equivalentes de petróleo.

Para completarlos, necesitará unos 230 millones de dólares, tal como le indicó Alejandro Lew, el CFO de la compañía a los inversores con los que mantuvo un diálogo el martes por la mañana.

En total, son 71 pozos de shale oil y otros 10 de shale gas los que están sin conectar en sus áreas de Vaca Muerta. Son perforaciones están pendientes de una mayor demanda petrolera vía consumo de combustibles y podrían ser parte de las que obtengan el beneficio del Plan Gas 4, el estímulo a la producción que el gobierno nacional le presentó a las empresas la semana pasada.

El contexto es el siguiente: desde marzo el país sobrelleva una baja en la demanda de combustibles en torno al 50 por ciento. La situación tuvo un impacto central en la actividad de las refinerías, en el caso de YPF, sus propias instalaciones, ya que los miles de vehículos sin circular imponen una caída estrepitosa del consumo de naftas y gasoil.

Por este contexto, la compañía no necesitó conectar nuevas perforaciones a producción de las campañas que había realizado con anterioridad en sus áreas ubicadas en cercanías de Añelo, la localidad cabecera de Vaca Muerta.

“Esto significa que todavía tenemos un inventario considerable de pozos perforados pero incompletos que totalizan 71 para shale oil y 10 para shale gas. De hecho, algunos de ellos ya están fracturados y solo necesitan estar conectados. Este proceso requeriría inversiones por alrededor de u$s 230 millones y una vez en plena producción, debería agregar alrededor de 50.000 barriles de petróleo equivalente por día”, detalló Lew, que participó del encuentro virtual junto al CEO Sergio Affronti y el presidente de la compañía Guillermo Nielsen.

Tal como lo adelantó +e el mes pasado, hay una serie de perforaciones que en Neuquén podrían ponerse en marcha según se avance en la flexibilización de la cuarentena en todo el país. Los datos del ministerio de Energía indican que el total de las empresas productoras tiene 159 en esta condición.

Es una posición estratégica: en medio de la peor tormenta histórica de la industria petrolera, hay una serie de pozos en los que ya se hizo una parte sustancial del trabajo y con una inversión relativamente baja podrían ponerse en marcha.

El freno y el repunte en Loma Campana

En el detalle del estado financiero de la compañía, que registró pérdidas por 85 mil millones de pesos en el segundo trimestre 2020, Lew informó también cómo fue el cierre en Loma Campana, la principal área productora de petróleo no convencional en América Latina.

El directivo dijo que se cerraron “41 pozos de los 193 horizontales que tenemos allí” y que eso resultó en una “contracción de la producción de 44.000 barriles por día en marzo a 27.000 barriles por día en abril”.

Lew dijo que YPF aprovechó “la gran escala de Loma Campana como un amortiguador eficaz para ajustar rápidamente la producción a una menor demanda” en plena pandemia.

Hoy, dijo, “la actividad se reanudó casi por completo y la producción ha vuelto casi por completo a los niveles anteriores a COVID. Durante julio, nuestra producción promedió 42.000 barriles por día ya que solo tenemos tres pozos para reabrir”.

 

 

Fuente: Mas energia