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Se trata del mayor ecocidio en la historia de las costas del país que ha afectado una emblemática reserva marina y uno de los Parques Nacionales venezolanos

Las playas más hermosas y visitadas de Venezuela sufren el más grande desastre ambiental en su historia tras un vertido de crudo ocurrido en la refinaría El Palito, manejada actualmente por iraníes.

Se trata del mayor ecocidio en la historia de las costas del país que ha afectado una emblemática reserva marina y uno de los Parques Nacionales venezolanos.

El pasado 23 de julio el régimen de Nicolás Maduro anunció que había reactivado las operaciones de la Refinería El Palito, ubicada en la región centro-norte del país; sin embargo dos semanas después ocurrió el mayor derrame petrolero en las características playas venezolanas sin que las autoridades petroleras emitan información alguna o inviertan esfuerzos en solucionarlo.

«¿Y a los iraníes no los habían llamado para hacer unos “trabajos de reparación” en la Refinería de El Palito pagado con el oro de todos los venezolanos? Bueno, parece que se llevaron el oro y dejaron el derrame de petróleo en Morrocoy. Un ecocidio», escribió por Twitter el exalcalde opositor David Smolansky.

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Hay que recordar que la tiranía otorgó a Irán el control de algunas refinerías venezolanas para supuestamente activar la producción petrolera; esto, a cambio de buques con gasolina pagados además de manera ilícita con oro venezolano.

El pasado 4 de agosto Eudis Girot, director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, había advertido a la agencia de noticias Reuters que «operar las refinerías de El Palito y de Cardón podía generar una tragedia de altas magnitudes».

Advirtió que poner en funcionamiento esas plantas, que están destruidas, pone en peligro la integridad física, la vida de los empleados y las comunidades aledañas.

En mayo de 2020 se conoció que el régimen de Nicolás Maduro vaciaba las bóvedas del Banco Central de Venezuela para entregarle el oro al régimen iraní como forma de pago, a cambio de reactivar parte de la industria petrolera.

José Toro Hardy, quien hasta 1999 fue miembro del directorio de la estatal petrolera venezolana, ha advertido que los aditivos químicos de Irán no sirven para reactivar las refinerías venezolanas porque están diseñadas para funcionar con gasolina especial de Estados Unidos.

En entrevista para el ABC de España, el especialista señaló que la incompatibilidad de los disolventes iraníes con las refinerías venezolanas han provocado continuos incendios y accidentes lo que ha paralizado la producción nacional de gasolina y en consecuencia la escasez de combustible.

«La gasolina iraní es de diferente octanaje y calidad al combustible venezolano, lo que ha hecho que los vehículos comiencen a pistonear y dañarse», afirmó Hardy al diario español.

Así mismo la gasolina iraní que no es de la misma calidad, pero que fue importada por el régimen de Nicolás Maduro ya se acabó en Venezuela. La tiranía que se enorgullecía de haber recibido 1,5 millones de barriles de combustible provenientes de Irán para supuestamente paliar la escasez que enfrenta el país petrolero, no tiene cómo enfrentar la falta de gasolina.

77 años de retroceso

En pleno siglo 21 la industria petrolera de Venezuela retrocedió 77 años, al punto en que la producción de crudo cayó a mínimos históricos que recuerdan a las cifras de 1943. Ahora, el país suramericano que no produce grandes cantidades de crudo ni combustible, sufre uno de los mayores derrames petroleros.

De acuerdo con los datos de junio del presente año el país suramericano solo produjo 393 000 barriles por día (bpd); lo que se traduce en 52 % menos del promedio de 821 000 bpd del primer trimestre.

De acuerdo con el economista Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Institute Baker en Houston, la producción petrolera de Venezuela está llegando a la que el país tenía en 1929.

«La producción de petróleo de Venezuela está llegando a la que teníamos en 1929 y per cápita a la que teníamos hace casi 100 años… Pero, es que además, deberíamos estar produciendo mas de 4 millones de barriles diarios. Es decir, producimos menos del 10 % de lo que deberíamos», señaló en su cuenta de la red social Twitter.

En octubre de 2019 el régimen de Nicolás Maduro anunció que esperaba aumentar la producción petrolera a 1,6 millones de barriles diarios; otra promesa incumplida.

 

 

 

Fuente: Panampost