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Con la suba del tipo de cambio informal, hay 0 km desde u$s6.000. Hay una demanda sostenida que busca ser una ganancia, pero por las trabas a las importaciones se reduce la oferta. También concesionarias frenan operaciones por incertidumbre en precios.

El dólar “blue” vivió días agitados la semana pasada, marcando un nuevo récord, y se estima que, aunque ayer se tomó un respiro, no se frene la tendencia alcista por los problemas macroeconómicos del país. En el mercado automotor esto significa que también habrá movimiento teniendo en cuenta que a medida que crece la brecha cambiaria, la demanda de 0 km se dispara. Pasó siempre, y el momento actual no es la excepción. Así lo confirman varios operadores del sector consultados ayer, en el inicio de la última semana de julio, que reconocen que el interés de la gente tomó un nuevo impulso por las noticias que llegan de la City porteña. No es para menos, el atractivo es grande.

Con la cotización del tipo de cambio paralelo en alza y precios de 0 km fijados en pesos al valor del dólar oficial bajo “cepo”, quienes tienen ahorros en billetes verdes pueden hacer un buen negocio. Por esta alquimia cambiaria, los autos -medidos en “blue”- están en los niveles más bajo históricos ya que los modelos más accesibles se venden desde u$s6.000. Esto implica que estén igual o más baratos que en Chile, un mercado muy competitivo por su economía más abierta, y por debajo de los precios de Europa.

Para tener una idea de lo que puede provocar la inestabilidad económica, en los últimos tres meses los autos bajaron alrededor de 20% en dólares tomando la cotización del “blue”. En abril, cuando se transitaban las primeras semanas de la cuarentena, su cotización rondaba los $98 mientras que el viernes alcanzó los $140. En este lapso, los 0 km subieron de precios pero en un porcentaje mucho menor. De ahí, la ganancias que obtienen los ahorristas en dólares con sólo vender sus billetes en el mercado informal y pagar en pesos un vehículo. Por ejemplo, el Renault Kwid Zen pasó de $8.100 “blue” a 6.300, una baja de 22%.

El problema que encuentran los posibles compradores es la oferta de autos limitada que hay por las trabas a las importaciones. No es en todo los modelos pero, a medida que se sube en la escala de precios, los faltantes son mayores. Esto hace que rija a pleno la teoría de oferta y demanda. En la práctica, eso se traduce en sobreprecios. Ante la falta de productos y la incertidumbre del precio de reposición, algunas concesionarias llegan a cobrar hasta 20% del valor oficial para asegurar al comprador su unidad. Hay que tener en cuenta que la demora de entrega de algunos autos puede llegar a 120 días. También, algunos vendedores prefieren sacar unidades de la venta para proteger el capital medido en su stock. Todo dependerá de la necesidad de cada “dealer”. La demanda también está sustentada en la sensación de que esta situación no puede sostenerse en el tiempo. O baja el “blue” o sube el oficial. Cada uno puede especular con el escenario que tiene más probabilidades.

Fuente: Ambito