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Venció el período de gracia que tenía para pagar la última cuota de una obligación negociable de u$s 5,2 millones. La semana pasada, había puesto en marcha un plan para reestructurar todos su pasivo financiero, para lo cual necesita u$s 25 millones de fondos frescos

Finalmente, la petrolera Roch entró en default. La compañía, cuyo 67% pertenece a su fundador y presidente, Ricardo Omar Chacra, y el 37% al empresario transportista Alfredo Román y su familia, anunció que, tras haber vencido este viernes el plazo de gracia de 15 días corridos, no pagó el vencimiento de sus relaciones negociables Clase 4, emitidas en diciembre de 2018. Era la última cuota de un bono por u$s 5,21 millones. Tampoco cumplió con sus intereses compensatorios, por u$s 146.796.

“Asimismo, se informa que la sociedad continúa analizando distintas alternativas para realizar el pago a los inversores a la mayor brevedad posible“, aclaró la empresa, en una nota emitida a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

La semana pasada, la compañía había activado un plan integral de reestructuración, cuya ambición no es sólo reestructurar sus obligaciones negociables, sino también otros pasivos, por un total de u$s 25 millones.

En tal sentido, baraja tres alternativas: un canje de títulos, una nueva emisión de bonos por ese monto o la búsqueda de financiamiento externo, mediante un crédito privado, con la posibilidad de convertir esa deuda en inversión.

Fundada hace 30 años por Chacra, la empresa tiene como accionista minoritario a Puerto Asís, el brazo inversor de la familia Román, que en 2013 le compró el 33% a la Corporación Financiera Internacional. El año pasado, Roch facturó $ 2317,76 millones, 11% más que en 2018. Pero tuvo una pérdida neta de $ 311 millones, casi el doble que en 2018. De su facturación, $ 1052,65 millones fueron por exportación de crudo.

Roch terminó el primer trimestre de 2020 con un capital de trabajo negativo de $ 973,56 millones. En buena parte, por $ 1285,97 millones en préstamos cuyo 55% vencía en los siguientes seis meses y el 44%, entre los siete y 12. El 87% nominado en dólares.

Además de no cancelar la cuota de la ON, la empresa informó que se había atrasado en u$s 1,3 millón, entre capital e intereses, de los u$s 2,9 millones que todavía le debe al trader europeo Trafigura, por una ON privada de u$s 5 millones, que el dueño de Puma Energy había suscripto en su totalidad. Esta última deuda tiene como prenda un 10% de las acciones de Roch.

La compañía también le debe u$s 9 millones a distintos bancos. Con todos (bancos, bonistas y Trafigura) negocia acuerdos y nuevos términosConvocó para el próximo martes, 7 de julio, a una asamblea de accionista que deberá aprobar el plan de reestructuración.

Roch atribuyó su default a la abrupta caída de la demanda y del precio internacional del barril. Dadas las características del petróleo que extrae de sus yacimientos, el destino exclusivo de su producción de crudo, que creció 40,3% en 2019 (el resto de lo que extrae es gas). Hubo otro factor. Roch no pudo evacuar su producción a través de la Terminal Cruz del Sur, de YPF, que está fuera de operaciones desde diciembre por una rotura técnica. Y, desde marzo, tampoco pudo hacerlo por vía terrestre a Chile, debido al cierre de fronteras por la pandemia de coronavirus, agravado porque, en la instalación trasandina a la que exporta, hubo casos positivos de Covid-19.

Esto implicó la paralización del yacimiento San Martín, en Tierra del Fuego, donde tiene una inversión proyectada de u$s 280 millones y cuenta con un pozo que, por sus características, está considerado el más productivo del país. Como consecuencia, durante la cuarentena, su producción de petróleo cayó 92% y la de gas, 8 por ciento.

“Adicionalmente a lo expuesto, se suma la alta volatilidad en la que se encuentra sometida la economía argentina y las dificultades para el acceso a los mercados internacionales, motivo por el cual la sociedad se ve obligada a refinanciar sus deudas preexistentes”, manifestó Chacra, en la reunión de directorio que la empresa celebró la semana pasada.

 

 

Fuente: Cronista