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Nasdaq inició en rojo; el Dow Jones y el selectivo S&P 500 avanzaron; el crudo se recupera. Hay temor a una segunda ola de contagios de coronavirus.

Wall Street abrió mixto este lunes 29 de junio de 2020 y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, subía un 0,67 % pese al aumento de casos de coronavirus en Estados Unidos y por la confianza de los inversores en que la economía se continuará recuperando pese a los rebrotes.

Cinco minutos después del inicio de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones se anotaba ganancias, aupado por grandes cotizadas como Boeing (4,63 %), que ha recibido la certificación para probar su modelo 737 MAX, y Caterpillar (2,05%).

Por su parte, el selectivo S&P 500 avanzaba un 0,19 % y el índice compuesto Nasdaq, donde cotizan las principales tecnológicas, era el único indicador en rojo y se deslizaba un 0,15 %.

El parqué neoyorquino comenzaba la sesión tratando de compensar el aumento de casos de coronavirus con los estímulos monetarios de la Reserva Federal y la confianza en que, a pesar del recrudecimiento de la pandemia tras el aumento de casos en ciertos estados como Florida, la economía continuará su reapertura en los próximos meses.

Según datos de la Universidad Johns Hopkins, los casos de COVID-19 en Estados Unidos han sobrepasado ya los 2,5 millones y las muertes ascienden a más de 125.000.

“Los mercados todavía están luchando entre los nuevos casos del virus frente a la liquidez adicional que fluye desde los programas de estímulo de los bancos centrales y del gobierno”, dijo el subdirector de inversiones de Brooks Macdonald, Edward Park, en declaraciones al Wall Street Journal.

En general, los expertos apuntan a que aún existe un alto nivel de volatilidad en la bolsa neoyorquina que refleja que el miedo a una segunda ola de coronavirus continúa siendo un factor fundamental entre los operadores que está frenando las ganancias y que obligará a los inversores a “repensar” sus carteras de inversión.

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una subida del 1 %, hasta los 38,88 dólares el barril, motivada por un inesperado aumento en los beneficios industriales y en la actividad de China, el mayor consumidor de crudo del mundo.

A las 09.15 hora local (13.15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto sumaban 39 centavos respecto a la sesión previa del viernes, cuando el Texas cedió un 0,6 %.

Los precios del petróleo subían en una jornada con muchos estímulos tras la quiebra de la energética Chesapeake Energy, conocida por ser unas de las principales impulsoras de la técnica del “fracking”, y el continuo aumento de casos de la COVID-19 en Estados Unidos, donde ya se han superado los más de 2,5 millones de infecciones y las más de 125.000 muertes.

“Mientras los casos del virus suben, los precios se enfrían”, dijo la analista de la consultora energética Rystad Energy Louise Dickson, que agregó que la bancarrota de Chesapeake “no es una sorpresa” y destacó que la firma se había acogido a una serie de artículos de la ley de bancarrota que vislumbran que su actividad no cesará sino que lo que está buscando la compañía es reestructurar su deuda.

Por otro lado, los recortes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) siguen haciendo efecto en el mercado y ayudan a equilibrar la coyuntura pese a la incertidumbre por la pandemia.

En los próximos días, la OPEP+ dará a conocer los niveles de cumplimiento que se han registrado durante el mes de junio después de que en mayo hubiesen alcanzado cerca del 90 %.

Los analistas estarán especialmente pendientes a los recortes de Iraq o Nigeria, a la par que preocupa la recuperación de la producción de Libia, que podría presionar los precios del crudo a la baja si se produce un exceso de oferta.

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió con una subida del 1 %, hasta los 38,88 dólares el barril, motivada por un inesperado aumento en los beneficios industriales y en la actividad de China, el mayor consumidor de crudo del mundo.

Los contratos futuros del WTI para entrega en agosto sumaban 39 centavos respecto a la sesión previa del viernes, cuando el Texas cedió un 0,6 %.

Los precios del petróleo subían en una jornada con muchos estímulos tras la quiebra de la energética Chesapeake Energy, conocida por ser unas de las principales impulsoras de la técnica del “fracking”, y el continuo aumento de casos de la COVID-19 en Estados Unidos, donde ya se han superado los más de 2,5 millones de infecciones y las más de 125.000 muertes.

“Mientras los casos del virus suben, los precios se enfrían”, dijo la analista de la consultora energética Rystad Energy Louise Dickson, que agregó que la bancarrota de Chesapeake “no es una sorpresa” y destacó que la firma se había acogido a una serie de artículos de la ley de bancarrota que vislumbran que su actividad no cesará sino que lo que está buscando la compañía es reestructurar su deuda.

Por otro lado, los recortes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) siguen haciendo efecto en el mercado y ayudan a equilibrar la coyuntura pese a la incertidumbre por la pandemia.

En los próximos días, la OPEP+ dará a conocer los niveles de cumplimiento que se han registrado durante el mes de junio después de que en mayo hubiesen alcanzado cerca del 90 %.

Los analistas estarán especialmente pendientes a los recortes de Iraq o Nigeria, a la par que preocupa la recuperación de la producción de Libia, que podría presionar los precios del crudo a la baja si se produce un exceso de oferta.

 

 

Fuente: Expreso