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Las renovables son ahora la fuente más barata de nueva electricidad para más de dos tercios de la población mundial.

Si bien el crecimiento económico puede parecer quimérico en la actualidad, las Perspectivas de la Economía Mundial para 2021 del FMI predicen que la economía mundial crecerá un 5,8% en 2021. Se espera que la población mundial aumente a 9.700 millones de personas para 2050. Las condiciones básicas para que se dé el aumento tanto de la demanda de energía como de las emisiones de gases de efecto invernadero están presentes. Máxime dada la contribución todavía relativamente baja de las renovables (incluida la hidroelectricidad) en el consumo mundial total de energía primaria: 11%.

Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía de 2019, la participación de la electricidad en el consumo total de energía final podría aumentar del 19% en 2018 al 31% en 2040. Las energías renovables representarían el 68% de esta generación de electricidad.

Las renovables son ahora la fuente más barata de nueva electricidad para más de dos tercios de la población mundial. Esto llega en un momento en que varias empresas de energía, como Iberdrola y fondos de inversión han anunciado planes para acelerar sus inversiones en energía renovable como parte de una recuperación económica verde tras el Covid-19.

En este contexto, este artículo analiza el atractivo y los posibles escollos legales para las empresas españolas de energías renovables que invierten en Europa en los sectores eólico y solar. Una de las razones más convincentes para recurrir a las energías renovables es su enorme potencial. Por sí misma, la energía eólica marina tiene el potencial de “descarbonizar” completamente el sector energético mundial y la UE es actualmente el líder mundial. Hay planes innovadores en marcha, como la participación de Equinor, Greenalia y otras empresas en el desarrollo de proyectos eólicos flotantes en el mar frente a las costas de las Islas Canarias, y otros proyectos utilizando la energía eólica marina como base de la producción de hidrógeno limpio.

En relación a la energía solar fotovoltaica, España tiene una capacidad potencial de generación que es múltiplo de las actuales demandas energéticas del país, de modo que podría ser un importante exportador de energía. Actualmente, hay un renacimiento solar en el país.

Casi a la par con el potencial de capacidad es potencial de complementariedad, con más energía eólica en invierno y solar en verano. Así se puede abordar la intermitencia a nivel internacional, siempre y cuando haya una expansión de la red y más conexiones.

El viento y la energía solar también se están beneficiando de la rápida disminución de los costes de la tecnología. Los costes de generación de energía solar cayeron 82% en el período 2010-2019 y los del eólico marino se reducirán a más de la mitad para el 2040.

Por fin, cabe recordar las sinergias disponibles entre los costos de la vida útil de la energía eólica marina y las instalaciones de petróleo y gas situadas en el mar p.e. la construcción y el mantenimiento.

Riesgos potenciales

Uno de los principales obstáculos que frena el desarrollo de las energías renovables es la reglamentación restrictiva, por ejemplo, las normas de planificación y de concesión de licencias. Sin embargo, hay señales de que esto está cambiando. Se puede citar la racionalización reciente del régimen de consentimiento y planificación estatal para toda la zona marítima irlandesa.

Otro factor importante es la posibilidad de controversias relacionadas con la construcción, por ejemplo, problemas relacionados con el cableado y los cimientos en proyectos eólicos. O bien controversias a raíz de interrupciones en la cadena de suministro que causan una ralentización del proyecto. Una asignación precisa de responsabilidad -para defectos latentes o eventos de fuerza mayor- puede minimizar o evitar controversias de esta índole.

Otro tipo de controversia se refiere a las reclamaciones de los inversores en energía renovable contra los Estados anfitriones. Los proyectos de energía renovable reciben cada vez menos subvenciones (y los PPA de las empresas ganan terreno en tándem), pero los incentivos estatales siguen desempeñando un papel importante.

Algunos países han hecho de las renovables una prioridad, como Francia en su Programa Plurianual de Energía. Estarán atentos a evitar cambios radicales en los regímenes de incentivos para no provocar una multitud de arbitrajes (se han iniciado cerca de 50 arbitrajes contra España por esta razón).

Como cuestión general, ya que las demandas de inversión se presenten en el marco de acuerdos multilaterales o bilaterales, la cuestión del umbral es si el Estado ha incumplido una obligación que tiene con el inversor. Si el Estado no puede ampararse en una excepción en el tratado, puede haber una defensa bajo el derecho internacional consuetudinario, particularmente si las acciones estatales fueron razonables y no contribuyeron a la pérdida del inversor, por ejemplo, mediante una acción dilatoria irrazonable ante la pandemia.

 

 

Fuente: Expansion