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El Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) analizó el presente de la formación. Asegura que los no convencionales deberán sobrevivir sin un fuerte financiamiento extranjero.

Sin inversiones significativas de las compañías de petróleo y gas nacionales y extranjeras, el potencial de Vaca Muerta quedará corto para cumplir con los ambiciosos planes”: así resume el informe de junio que presentó el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA por sus siglas en ingles).

El instituto con sede en Cleveland, Ohio, en Estados Unidos, asegura que el desarrollo de Vaca Muerta ha sido más lento, en comparación con otras cuencas de shale del mundo, incluso antes del 2020 que quedará marcado por la caída en la demanda mundial de hidrocarburos y un desplome en los precios internacionales.

Desde que comenzó a explotarse la formación dependió de capitales extranjeros y, en los últimos años, “se tardó más en materializarse”, dice el informe. Si bien hay varias compañías internacionales que operan en Vaca Muerta que no anunciaron específicamente una reducción de inversión para la formación, por el impacto de la pandemia, sí lo hicieron a nivel global y en sus activos en el extranjero.

Cuatro compañías importantes de petróleo y gas que invirtieron en Vaca Muerta redujeron el capital de inversiones a nivel global. A medida que controlen su CapEx, la expansión de sus operaciones en Argentina se pospondrá o se abandonarán por completo”, resalta el informe del IEEFA.

Además de la baja de inversiones, por la pandemia también se contrajo el nivel de producción por una casi nula demanda. Sin embargo, los productores de shale tuvieron problemas financieros antes del coronavirus cuando los precios de petróleo y el gas estaban mucho más altos que ahora.

El congelamiento de los combustibles y el precio del barril, los cambios en la Resolución 46, que impactaron en nuevos desarrollos de gas, las reiteradas devaluaciones registradas durante la administración de Mauricio Macri y la incertidumbre por las elecciones nacionales del año pasado “dieron un duro golpe” a los ambiciosos planes de duplicar la producción de gas y petróleo.

La imposibilidad de desarrollar Vaca Muerta le ofrece al presidente Alberto Fernández una oportunidad única para cambiar el rumbo. Su administración puede aprender lecciones de la Cuenca Permian y evitar el ciclo de auge y caída que cada vez parece más quiebre que auge”, expresó una de las analistas y autora del informe del IEEFA, Kathy Hipple.

El desarrollo de Vaca Muerta se basó principalmente en join ventures (empresas conjuntas) entre el gobierno y corporaciones internacionales que, hasta ahora, “han sido impulsadas en gran medida por subsidios del gobierno argentino”, agrega el informe y concluye: “A medida que esos subsidios se evaporaron debido al deterioro de la condición fiscal de Argentina, los compromisos de las empresas extranjeras con Argentina se han erosionado”.

 

 

Fuente: Rio negro