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En abril las compras de crudo alcanzaron los 1,5 millones de barriles diarios. En lo que va de junio, el país norteamericano solo realizó pedidos por 133 mil barriles.

El efecto de la guerra de precios que se dio a mediados de abril llevó a Rusia a inundar gran parte del mercado con petróleo barato para anticipársele a Arabia Saudita, el líder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

En este escenario es que los sauditas ofrecieron crudo barato a Estados Unidos y los buques petroleros comenzaron a salir en fila para el país norteamericano que aún no sentía la implosión de su propia industria petrolera por el impacto del coronavirus y la caída de precios.

Aproximadamente unos 45 días tarda en llegar el petróleo saudita al Golfo de México y la costa oeste de Estados Unidos, por eso los buques que partieron a mediados de abril comenzaron a llegar a finales de mayo y principios de junio.  

La entrada de este petróleo significó que las importaciones de petróleo saudita rondaron en los 1,5 millones de barriles por día. Una cantidad realmente alta teniendo en cuenta que el año pasado las importaciones rondaron los 400 mil barriles diarios.

Pero ahora, con un contexto totalmente diferente al que tenía Estados Unidos en su territorio en abril, las compras bajaron notablemente. Los barcos que partieron desde Arabia Saudita en mayo promediaron los 645 mil barriles diarios.

Durante la primera mitad de junio, las importaciones estadounidenses de petróleo saudita bajaron fuertemente a 133 mil barriles por día. De mantenerse el ritmo tan bajo para la segunda mitad del mes, las importaciones podrían caer a su valor más bajo en 35 años. Recién en la primera quincena de julio se harían estas importaciones.

 

 

Fuente: Rio negro