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El impacto económico estimado por la falta de inversión en la generación de energía renovable en México es de alrededor de unos 12,000 millones de dólares, estimaron este jueves expertos del sector.

“Es un poco aventurado decir cuanto se está perdiendo en inversión, pero anualmente las subastas de energía eléctrica de largo plazo comprometieron inversiones por alrededor de 3000 millones de dólares”, dijo en conferencia Víctor Ramírez, vocero de la Plataforma México, Clima y Energía (PMCE).

Entonces, “si pensamos que se canceló 2018, no se convocó en 2019 y no hay convocatoria en 2020 estamos hablando que hemos perdido en inversión en esos tres años solamente alrededor de 9000 millones de dólares”.

Pero además, si se toman en cuenta otras dos líneas de transmisión que eran de alrededor de 1500 millones de dólares cada una, estamos hablando de unos 12,000 millones de dólares, puntualizó el representante de PMCE.

Dijo que esa cantidad de dinero “pudo haber llegado a México y pudo haber generado costos de energía eléctrica más bajos”, además de ayudar al país a alcanzar sus compromisos internacionales de mitigación de emisiones contaminantes para el 2021.

El 1 de febrero de 2019, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) de México canceló definitivamente la subasta de largo plazo 2018 tras suspenderla de manera provisional meses antes bajo el argumento de que se revisarían sus objetivos y alcances.

El Cenace llevó a cabo las subastas eléctricas de largo plazo con el objetivo de asignar contratos de cobertura eléctrica para la compraventa de potencia, energía eléctrica y certificados de energías limpias (CEL).

Lluvia de amparos

Sobre la nueva política de energía eléctrica que ha impulsado el actual Gobierno mexicano, la cual limita la generación energías renovables y aumenta el costo de generar electricidad, Ramírez refirió que, hasta la fecha, suma más de 40 amparos.

“Es complicado porque existen proyectos que se pudieron haber amparado hasta tres veces”, apuntó el experto y recordó que existen amparos que “no son de empresas sino de ciudadanos” y organizaciones ambientalistas.

Estos amparos son tanto para el acuerdo del 29 de abril del Cenace como por la política de la Secretaría de Energía (Sener) del 15 de mayo, que priorizan la generación de electricidad de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).

También, explicó, se están amparando contra el aumento de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que la semana pasada incrementó hasta 775 % en las tarifas de porteo que deben pagar las centrales eléctricas, incluyendo renovables, a la CFE.

La CFE del futuro

En tanto, Paul Alejandro Sánchez, director en Ombudsman Energía México, dijo que hay que dejar de pensar en CFE “céntricamente” y empezar “a ver cuáles son las perdidas que tenemos” para visualizar a la empresa en un futuro.

Sobre el incremento en los costos de energía, el especialista señaló que “pega a la competitividad a nivel país”.

Recordó que las subastas eléctricas lo que estaban haciendo “era permitir bajar esos costos de alguna manera”.

“La CFE termina costándonos más a todos como sociedad y no sólo en términos de costos de energía, sino en competitividad”, por ello llamó a pensar las maneras de cómo hacer rentable el sector y cómo hacer la energía eléctrica “más barata y sostenible” en el tiempo.

Sánchez calificó como un error de la CFE concentrarse en la venta o la generación de energía en lugar de mantener las redes.

“Pensar que la generación de energía es lo más importante no es cierto, lo más importante es invertir y robustecer las redes, ampliarlas, y hacer mucho más eficiente un modelo (…) así la CFE tendría garantizado, de por vida, los ingresos, si invirtiera en más líneas de transmisión”, apuntó Sánchez Campos.

Para el especialista, la “CFE del futuro” debe concentrarse en ser “la empresa de transmisión mas robusta, más eficiente y que genere las mejores maneras de llevar energía a todos los mexicanos”.

 

 

Fuente: La gran epoca