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Los combustibles fósiles representan el 85 por ciento del consumo mundial de energía y son la principal fuente de emisión de gases de efecto invernadero, que impulsan el calentamiento del planeta y el cambio climático. Ya es imperioso el incremento en el uso de energías renovables que sean “limpias” porque no contaminan.

El consumo de energía y el transporte aumentarán en los próximos años, ya que el crecimiento económico mundial, sumado al aumento de la población, incidirán en ese sentido, pero aunque el consumo de energía siga creciendo, es necesario reducir las emisiones de CO2 para evitar daños ambientales. Los combustibles fósiles representan el 85 por ciento del consumo mundial de energía y son la principal fuente de emisión de gases de efecto invernadero, que impulsan el calentamiento del planeta y el cambio climático. Ya es imperioso el incremento en el uso de energías renovables que sean “limpias” porque no contaminan.

Es importante prestar atención al transporte, donde se han registrado grandes cambios tecnológicos desde la aparición del ferrocarril a inicios del siglo XIX. y luego de los automotores, Las emisiones contaminantes en el transporte representan la cuarta parte de las emisiones globales, pero es posible transformar este transporte para que deje de seguir contaminando, facilitando así que se avance hacia economías con menos emisiones.

El transporte tradicional, que utiliza derivados del petróleo como combustible es uno de los principales generadores de los gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático, y también provoca contaminación atmosférica, que se ha visto agravada por el aumento en la cantidad de vehículos en el mundo con ventas anuales que superan en un 50 por ciento las ventas de hace 15 años, por esto vienen creciendo las emisiones de CO2 generadas por estos vehículos;

Ya existen políticas en muchos países que están estimulando iniciativas tendientes a reducir las emisiones de CO2 en este sector transporte, entre las cuales podemos señalar las siguientes:

(i) Más y mejor transporte publico de pasajeros de carácter masivo, moderando así la expansión de la flota automotriz que emite mucho CO2 por pasajero.

(ii) Modernización y expansión del ferrocarril de carga que emite mucho menos CO2 por tonelada transportada que los camiones que consumen derivados de hidrocarburos.

(iii) Nuevas normas técnicas en la industria automotriz para reducir las emisiones.

(iv) Vehículos eléctricos.

Las normas técnicas mencionadas en (iii) son importantes, ya que los vehículos son una importante fuente de emisiones de CO2, pero no todos los países utilizan los mismos tipos de vehículos ya que existen grandes diferencias en la regulación estatal y en el tratamiento fiscal de los derivados petroleros y gasíferos requeridos para la movilidad de los vehículos. Las diferencias son notables y han sido estimadas por la Agencia Internacional de Energía, los vehículos de Estados Unidos emiten 16 por ciento mas que los nuestros, pero los nuestros emiten alrededor de un 40 por ciento más que los de Italia, Francia y España. Como se observa las diferencias son muy grandes, por esta razón es oportuno definir el diseño de nuevas normas regulatorias que reduzcan el consumo de combustible y por ende de las emisiones..

Es posible que la expansión de la flota de vehículos eléctricos también pueda disminuir las emisiones, además de reducir la contaminación atmosférica y acústica. La flota automotriz eléctrica viene creciendo rápidamente, ya que las ventas mundiales de estos vehículos han aumentado en la última década más del 50 por ciento por año. El año pasado se vendieron 2,2 millones de estos vehículos, lo que representa una participación del 2,6 por ciento en el total de vehículos vendidos.

Se estima que este año las ventas de autos eléctricos asciendan al 3 por ciento de las ventas totales. Aun así la flota de vehículos eléctricos apenas llegaría a representar el uno por ciento de la flota total de vehículos existente en el mundo. Es notable el amplio predominio chino, ya que sus ventas anuales de autos eléctricos ya alcanzan a la mitad de las ventas mundiales de estos autos, lo que significa que son más del triple que las de los Estados Unidos. Los autos eléctricos están siendo favorecidos en muchos países, ya sea con reducciones tributarias o financiamiento preferencial.

La UE es el segundo productor mundial de autos eléctricos y ha definido recientemente nuevas políticas de impulso a la producción de estos autos. Ya son varios los países europeos que otorgan beneficios a los autos eléctricos como la exención del pago de peajes y descuentos en patentes. Además, recientemente se ha fijado a los autos un límite máximo de contaminación de 95 gramos de CO2 por kilómetro. Esta medida beneficia claramente a los coches que se desplazan a través de energía eléctrica, ya que se impondrán sanciones a los que superen dicha cifra. Al mismo tiempo, la UE ha establecido la prohibición de los motores de combustión para el año 2035, dando así lugar a unas mayor producción de vehículos eléctricos.

Al considerar el impacto ambiental de los vehículos eléctricos en nuestro país tenemos que asegurar que el consumo eléctrico de estos nuevos vehículos sea abastecido por fuentes de generación de energía eléctrica que sean “limpias”. No será lo mismo aumentar la oferta de energía eléctrica utilizando combustibles fósiles que expandiendo las “limpias” (eólica, hidroeléctrica y solar).

Fuente: Ambito