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Guillermo Nielsen, presidente de la empresa, admitió que hay más empleados que los necesarios. En la empresa evalúan medidas para bajar costos.

La primera medida fue una rebaja salarial. La siguiente podría ser alguna serie de suspensiones. La pandemia de coronavirus está ocasionando trastornos en la mayoría de las empresas que no son de consumo masivo. YPF, que facturó $ 675.000 millones en 2019, experimentará este año una retracción en sus ingresos, o que no crezcan al ritmo de la inflación. El directorio evalúa las correcciones para sobrellevar esa situación.

Guillermo Nielsen, titular de la compañía, dijo que la petrolera “no puede seguir adelante con tantos empleados en la compañía para producir menor petróleo”. Luego aclaró que no “habrá despidos”. Los gremios que dependen de YPF salieron a criticar, pero alguna modificación es estudiada por la plana mayor de la compañía.

El país se encamina a una reducción en su producción de petróleo. Argentina rondaba los 500.000 barriles diarios de producción, lo suficiente para autoabastecerse y exportar. Pero la pandemia trajo una disminución.

Nadie sabe cuál será el nivel de contracción, pero se lo estima en un mínimo de 20%. De esta forma, la producción petrolera será de 400.000 barriles.

A menor nivel de producción, caerán las necesidades de trabajadores por parte de las compañías. Nielsen explicó que la cantidad de empleados por barril producido trepó también más de un 112%. Dijo que en 2010 había 21 personas por barril producido, mientras que en 2019 llegó a 44,6. La petrolera tiene hoy cerca de 20.000 empleados.

Las ventas de combustibles están repuntando con respecto a abril, el primer mes de la pandemia, pero se estima que recién podrían recuperarse del todo hacia octubre. La implementación de un “precio sostén” (a través del barril criollo de petróleo, que establece un importe especial para la producción petrolera nacional) no cambiaría los planes de YPF. Nielsen explicó que la compañía cuenta con petróleo propio hasta fin de año.

Como también sucede con otros asuntos, hay divergencias en la cúpula de YPF sobre el camino a seguir para controlar los gastos. Nielsen tiene algunas ideas. Sergio Affronti, el CEO nombrado hace un mes, trabaja en otro libreto. Y la línea de gerentes que viene de antes ofrece una mirada alternativa, según comentan fuentes de la industria.

Las declaraciones de Nielsen fueron a Jeremy Martin, en el marco de la XXIX Conferencia de La Jolla del Institute of the Americas, que se desarrolló el pasado 19 de mayo. Esta conferencia se hace una vez al año y Nielsen fue invitado, pero por la pandemia se recurrió a la modalidad virtual. Martin encabeza Institute of the Americas, un foro que discute cuestiones energéticas, con especial atención en América latina.

Se estima que los precios de los combustibles estarán congelados, al menos, hasta octubre. Con ingresos en pesos, y compromisos en dólares, la situación de YPF se va tornando más delicada frente a la devaluación de la moneda local frente a la estadounidense.

En Estados Unidos, la meca del petróleo “no convencional”, algunos productores no están pudiendo pagar sus deudas. Ese país, con una producción de 13 millones de barriles (es decir, más de 26 veces la de Argentina), la mayoría de las empresas están ajustando. También están paralizados los nuevos proyectos de inversión.

La actividad de YPF podría revivir en Vaca Muerta. Pero la mayoría de los grandes jugadores internacionales están más interesados en preservar sus posiciones actuales que en ampliarse en la formación neuquina. Vaca Muerta tiene condiciones técnicas, según los especialistas, pero “el marco jurídico local no ayuda”. Mientras el precio internacional del petróleo y el gas continúe deprimido, se alejan las posibilidades que la producción local vuelva a crecer.

“Hay una fuerte coincidencia con el CEO que acaba de ser nombrado, Sergio Affronti, que es alguien que creció en YPF y también con los diferentes vicepresidentes que se unieron a la compañía”, dijo Nielsen, tratando de alejar los desacuerdos entre ellos. “Tenemos en esencia la misma visión estratégica de lo que YPF debe ser, que es que YPF debe ser una compañía de gas y petróleo”.

 

 

Fuente: Clarin