z.system

La petrolera de bandera advirtió que tiene 7,2 millones de barriles acopiados y unos 70 pozos perforados sin conectar. La reactivación dependerá de cómo se recupere la demanda.

La cuarentena obligatoria por la pandemia de COVID – 19 va paulatinamente abriéndose y parece haber dejado atrás el pico de la caída de demanda de combustibles en el país. Es por esto que desde YPF se trazó una hoja de ruta en los meses por venir en los cuales ya advierten que no comprarán crudo a otras empresas dado que no sólo cuentan con 7,2 millones de barriles propios acopiados, sino que además poseen cerca de 70 pozos sin conectar.

Si bien YPF concentra la mayor producción de crudo del país, sus barriles propios representan el 80% del crudo que procesa en sus refinerías, por lo que habitualmente compra a otras firmas ese 20% que representan nada menos que 50.000 barriles de petróleo por día, que ahora deberán buscar otro destino o permanecerán bajo tierra.

El aislamiento social obligatorio generó duros impactos en la petrolera de bandera nacional. Por un lado la firma reconoció que sus ventas generales impactaron en una caída del flujo de caja del 20% por la menor demanda de combustibles, pero además detalló cómo tuvo que hacer frente a algo que, como bien remarcó el saliente vicepresidente de Estrategia, Sergio Giorgi, en una charla con inversores pasó “de un día para el otro”.

La operadora contrató el mes pasado tres buques para acopiar allí buena parte de su producción de petróleo ante la menor actividad en las refinerías, suspendió las compras a otras productoras de crudo y aún así debió paralizar las operaciones en una de sus tres refinerías (Plaza Huincul) y cerrar pozos en tres yacimientos por un total de 30.000 barriles de petróleo por día.

Las flexibilizaciones dadas a la cuarentena obligatoria que aún rige en el país marcaron que la demanda de combustibles comenzó a incrementarse y esto permitió que la semana pasada la refinería de Plaza Huincul volviera a operar, pero en forma acotada.

Pero este incremento de la demanda es aún incipiente y es por esto que los pozos siguen cerrados tanto en Loma Campana, como en Chihuido de la Sierra Negra y en Puesto Hernández.

Pero en la extensa cuarentena los yacimientos que siguieron bombeando hicieron que la petrolera acumule actualmente 7,2 millones de barriles de crudo, en su mayoría crudo liviano de tipo Medanito dado que sí se concretó una exportación de 1,5 millones de barriles pero de crudos pesados (Cañadón Seco y Escalante).

En números

10% de la producción nacional de petróleo representan las compras que diariamente realizaba YPF a terceros.

Este acopio se encuentra tanto en tierra, en las refinerías e instalaciones, como en los buques que albergan 1,5 millones de barriles de petróleo.

La hoja de ruta para la salida de la cuarentena parte de ese acopio extraordinario, pero tiene en cuenta otros tres factores que son los que llevaron a Giorgi a reconocer ante inversores que “podría tomar un par de meses y probablemente vamos a empezar comprando menos volumen comparado con lo que era antes de la crisis”.

En este retorno de las compras a terceros incidirá en primer término el incremento de la demanda que aún está atado a la cuarentena. El segundo factor de la ecuación es el acopio de crudo y combustibles ya elaborados que suman 30 millones de barriles y que desde la operadora se priorizarán a la hora de ir incrementándose la demanda.

Soy consciente de la urgente necesidad de mejorar la eficiencia en el upstream y el downstream”.

Sergio Affronti, CEO de YPF

Pero el tercer factor es una suerte de back up que tiene la operadoras en Vaca Muerta. La firma posee 70 pozos que están perforados y en algunos casos incluso están fracturas pero que no fueron puestos en producción y que junto a los pozos hoy cerrados, marcan esa brecha de un par de meses en los que la operadora no necesitará de la producción de terceros.

De hecho, si la demanda de combustibles no alcanza a recuperar el mismo nivel que había antes de la pandemia, la operadora tendrá un gran ahorro en inversiones con ese cúmulo de pozos no conectados, que le permitirían estirar lo más posible el regreso de los equipos de perforación.

La actividad de perforación deberá esperar. La firma tiene 70 pozos sin conectar.

Estas buenas noticias para YPF en lo que hace a su recorte de inversiones, representan sin embargo una serie de interrogantes y problemas para el resto de las firmas vinculadas a la operadora, ya sea las productoras que están habituadas a venderle su producción, como en especial para las múltiples empresas de servicios que aguardan con ansias la reactivación de los trabajos de perforación y fractura.

El barril criollo

Una de las preguntas reiteradas en la conversación que YPF mantuvo esta semana con los referentes de entidades como JPMorgan, Credit Suisse, y Morgan Stanley, fue la implementación del barril criollo que define el gobierno nacional.

Pero las autoridades de YPF advirtieron que mientras no realicen compras de crudo a terceros la aplicación de ese nuevo precio de referencia se verá relegada en el tiempo sin generar un impacto negativo en el segmento del downstream.

A su vez, desde la firma se reconoció que las medidas que han trascendido, vinculadas a un precio sostén de 45 dólares y un congelamiento de los valores de los combustibles en surtidor hasta octubre, se verán afectados por la devaluación del peso que se espera en los siguientes meses, llevando a una reducción del precio de referencia al estar las ventas de combustibles nominadas en pesos en el caso de la producción propia y limitando aún más los márgenes del sector de refinación si se trata de compras a terceros.

En la práctica, para YPF mientras continúe sin necesitar de la producción de otras operadoras, la aplicación de un barril criollo solo incidirá a la hora de determinar el pago de regalías.

La capacidad de acopio de la firma está completa.

El desembarco de Affronti y el recambio del management de la operadora

Los rumores sobre el descabezamiento de YPF comenzaron hace muchos meses, ni bien se confirmó el cambio de gobierno.

Así como el ingreso de Mauricio Macri a la Nación marcó cuatro años atrás la salida de muchos referentes de la firma, el regreso del peronismo al gobierno daba la pauta de que se avanzaría en un cambio profundo en toda la cúpula de la petrolera de mayoría estatal.

Desde YPF se pactó una exportación por 1.500.000 barriles de petróleo correspondientes a los tipos pesados de Cañadón Seco y Escalante.

El cambio comenzó en diciembre con la designación de Guillermo Nielsen como presidente, pero se desencadenó en forma profunda en las últimas dos semanas de la mano de la designación de Sergio Affronti como nuevo CEO de la operadora, quien marcó el recambio de todas las vicepresidencias.

Entre las personas que salieron de la firma se encuentran el vicepresidente de Estrategia y Negocios, Sergio Giorgi, quien brindó buena parte de la presentación de resultados a los inversores esta misma semana.

Otro de los funcionarios de peso que dejaron la empresa con la renovación marcada es Pablo Bizzotto, el hombre dentro de YPF que más sabía de Vaca Muerta y que por ello será reemplazado (en parte porque la vicepresidencia de Upstream se divide en dos) por una reincorporación, la de Pablo Iuliano que en los tres años fuera de YPF lideró nada menos que el desarrollo de Fortín de Piedra para la petrolera del Grupo Techint, Tecpetrol.

La llegada del nuevo CEO, Affronti, marcó la imposición de nuevos nombres en la plana mayor de la petrolera de mayoría estatal.

Otro de los vicepresidentes que se fueron fue Marcos Browne del área de Gas y Energía en donde se acumularon los costos de hacer de YPF no sólo una empresa energética, más allá de los hidrocarburos, sino también exportadora con la iniciativa del GNL. En tanto que en la vicepresidencia de Downstream ascenderá Mauricio Martín.

Los cambios aplicados apuntan a recambiar el perfil de la operadora, a alinearla con el gobierno nacional y a ajustar el cinturón en los tiempo difíciles como los actuales, pues vienen junto a un recorte salarial.

 

 

Fuente: Rio negro